El Ministerio Fiscal solicita una condena de dos años y medio de prisión para un comercial acusado de un delito continuado de apropiación indebida en el desempeño de su labor en la gestión del cobro de facturas a los clientes. Presuntamente, el hombre se quedó con 43.666 euros que estaba obligado a entregar a la empresa de suministros eléctricos para la que trabajaba. El juicio se celebra el próximo martes, en la sede viguesa de la Audiencia provincial.

El acusado, vinculado a la empresa durante 5 años, recibía de los clientes los pagos en efectivo de las facturas y debía entregarlas a la empresa. Según el escrito de acusación de la Fiscalía, "al menos" durante los meses de enero de 2008 a septiembre de 2009, cobró seis facturas cuyas cantidades incorporó a su propio patrimonio.

El Ministerio público solicita que se le imponga una pena de dos años y medio de cárcel, además de indemnizar a su antigua empresa con la misma cantidad que se habría apropiado.