Agentes de la Policía Nacional se enfundaron ayer protecciones de cartón en una protesta ante la comisaría para exigir chalecos antibalas interiores para todos los policías. El déficit es común en todas las comisarías gallegas pero el caso de Vigo se agrava por su conflictividad, según explicó el representante del Sindicato Unificado de Policía (SUP), Víctor Vasco. Asevera que en los últimos veinte días la ciudad olívica sufrió seis atracos con arma de fuego y no todos los agentes que intervinieron tenían chaleco interior. Algo similar ocurrió en el último atraco en Santiago, expuso el secretario del sindicato en Galicia Roberto González.

El SUP estima que sólo unos 160 funcionarios de los 630 destinados en Vigo cuentan con dicha protección, por lo que harían falta otros 440 equipos individuales. "Los 630 agentes tenemos pistola, lo que pedimos a la administración, sea del color que sea, es que el chaleco antibalas forme parte también de la equipación que se facilita en la propia Academia de Policía. Nos dan medios para disparar y no para protegernos", expone Vasco. Los agentes indican que cada chaleco cuesta 430 euros: "es la cantidad que puede separar a un policía de la vida y la muerte, de nada sirven funerales de Estado o medallas póstumas". También denuncian la falta de personal en la comisaría viguesa, donde reclaman otros 85 funcionarios.