El Instituto de Estudios Vigueses (IEV) sopla las velas de su primer cuarto de siglo. En mayo se cumplirán 25 años de la ceremonia celebrada en la Casa das Artes durante la que se nombró a sus miembros fundadores. Como primer acto para festejar ese aniversario, el IEV presentará mañana su vigésimo boletín "Glaucopis", la publicación anual en la que integrantes y colabores del instituto arrojan luz sobre la historia, sociedad, economía... de la ciudad. Su presidente, Xoan Carlos Abad, destaca que hoy el IEV es una gran familia con cerca de una treintena de miembros, un centenar de colaboradores y un futuro ambicioso por delante.
-¿Qué balance hace de estos primeros 25 años de historia del Instituto de Estudios Vigueses?
-Positivo. Se han conseguido aunar bastantes voluntades para hacer mucho trabajo. No llevo la cuenta exacta, pero en estos 25 años debemos de llevar sobre 110 o 125 trabajos realizados. Eso en cuanto a publicaciones concretas. Después en los boletines calculo que habrá 250-280 trabajos. Esto supone un potencial importante, ya que hace que la zona de Vigo esté bastante trabajada y tenga recursos para empezar cualquier investigación posterior. También creo que uno de los valores principales que tenemos es que hemos conseguimos aunar esfuerzos y sumar voluntades.
-¿Qué ha aportado el IEV a la ciudad? ¿Cree que Vigo es más consciente hoy de su historia?
-Eso sería una opinión, una sensación que no sería muy relevante; pero sí hay algunos elementos objetivos que a lo mejor pueden indicarlo. Hace unos cuantos años publicamos un trabajo sobre bibliografía básica y una parte muy importante de lo que allí aparecía eran trabajos publicados por el IEV o por sus miembros y colaboradores. Sobre todo creo que lo que intentamos fue focalizar esfuerzos y hacer que las investigaciones que tratan sobre Vigo estén -por intercambios o difusión- en todo el territorio nacional. Algunas de ellas incluso han trascendido. Creo que esta difusión y la visibilidad que le damos al conocimiento de Vigo y su entorno es interesante.
-¿Cuál es su opinión, como presidente? ¿Ha ayudado la labor del IEV en estos años a que los vigueses conozcan mejor su pasado?
-Sí. Aquel tópico de que Vigo es una ciudad sin historia está superado desde hace mucho tiempo? Estaba superado antes de que nosotros empezáramos a trabajar, pero ahora lo está plenamente. La gente, en general, conoce y le suenan nombres como Michel Pacewick, Jenaro de la Fuente, Gómez Román? En ese sentido creo que sí. Hay otros campos de los que se sabía muy poco, de los que había recuerdo pero poca información concreta, como pueden ser los temas del Cable Inglés, la Primera y Segunda Guerra Mundial? Creo que son importantes. La gente empieza a tener un conocimiento.
-¿Notan interés por parte del público, por ejemplo en la venta de libros o en asistencia a actos?
-Tiene que haber interés porque no solo acude mucha gente a nuestros actos, sino que hay muchísima gente que pasa por nuestro local pidiéndonos información, interesándose sobre cómo publicar cosas que tienen o si pueden servir para futuros estudios? En ese sentido hay mucho interés, dentro de lo que la cultura puede importar en una ciudad hoy en día.
-¿Y por parte de las instituciones públicas? ¿Notan su respaldo?
-Yo pienso que sí. Lo que ocurre es que debemos agradecer siempre lo que recibimos, pero es nuestra obligación ser ambiciosos y pedir siempre bastante más. Pienso que sí hay aceptación e interés por lo que hacemos, pero no podemos conformarnos. Lo que hacemos no es para nosotros, sino en servicio de Vigo y su entorno.
-En 2011 el IEV pasó por un episodio complicado, tras quedar desvinculado de Provigo y tener que buscar una nueva sede... ¿Cuál es la situación cuatro años después? ¿Se ha despejado el futuro?
-Ese no fue el único, pero tal vez fue el momento más conocido de que hubo una situación de dificultad manifiesta. Creo que ya está completamente superado. Ese tipo de cambios siempre generan una serie de consecuencias que hay que solucionar con el paso del tiempo. Aún estamos ahora reubicando todo el material que tenemos? Ese tipo de cuestiones aún está en proceso de transformación, pero aquella problemática y el futuro incierto están superados. No sé si 25, pero algunos años más creo que nos quedan por delante.
