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La subasta de locales de una textil por 10 millones se frena al anularse la cláusula suelo

La puja iba a celebrarse en una sala civil y el fallo del Mercantil revoca intereses de demora y cláusula de vencimiento -Un préstamo de 9 millones de Caixa Galicia se convirtió en casi 18

Perfecto Rodríguez. // R.G.

El Juzgado de Primera Instancia número 3 de Vigo suspendió ayer la subasta prevista de un lote de locales en Vigo y Pontevedra tasados en unos 10 millones de euros de la empresa de confección textil Perfect Patry SL. Una sentencia del Juzgado de lo Mercantil estima en parte un recurso del empresario y anula las cláusulas suelo, así como los intereses de demora y de vencimiento del contrato impuestas en su día por la extinta Caixa Galicia y ordena a Abanca realizar una nueva regularización de los estados de cuentas entre ambas partes mediante la retrocesión de apuntes, cálculos y movimientos bancarios, determinando el saldo que deba proceder a fecha de presentación de la demanda, el 12 de marzo de 2014.

La póliza de crédito de unos 9 millones concedida al empresario en 2006 por Caixa Galicia se convirtió en una deuda de casi 18 millones al aplicarse las cláusulas revocadas como abusivas por el Juzgado Mercantil que los considera desproporcionados. Una novedosa sentencia al anular la cláusula suelo a un empresario, pues lo habitual es que los beneficiarios sean particulares. Ahora el contrato vuelve a desplegar efectos sin las cláusulas anuladas. El fallo no es firme y previsiblemente será recurrido.

Los locales que iban a salir a subasta ayer se encuentran en zonas muy comerciales de Vigo y Pontevedra. Entre ellos figura un aparcamiento en Velázquez Moreno de más de 700 metros cuadrados tasado en 2,5 millones; dos edificios de la calle Colón valorados en 1,2 y 1,4 millones de euros respectivamente; un bajo en Gran Vía esquina con Brasil de 1,1 millones. En la capital de la provincia se subastaba un bajo en Eduardo Pondal por 832.019 euros y otro en Sagasta.

Los hechos juzgados arrancan en el año 2006. El empresario Perfecto Rodríguez Cid, según el fallo, tenía varios préstamos hipotecarios con distintas entidades pues además de su actividad textil compraba locales comerciales que alquilaba, un dinero con el que pagaba los préstamos. A tenor de su declaración, Caixa Galicia fichó a un conocido suyo, antiguo director de otro banco, y le animó a unificar todos los préstamos en dicha entidad. Los préstamos que tenía en otros bancos eran a un plazo de 10 años y a un 0,5% de interés, y la nueva oferta le dejaba el mismo plazo pero a un 0,35%. Al menos eso creía.

La sorpresa saltó tres años después al recibir un burofax en el que le exigían la renovación de condiciones. Entonces, asegura, se enteró de que faltando a lo pactado no le habían dado un préstamo hipotecario sino una póliza de revisión anual. Una operación financiera que según recoge el fallo -a tenor de lo declarado por testigos y peritos- "no tenía sentido, porque el negocio de Perfecto Rodríguez era a medio o largo plazo y en un solo año no tendría liquidez para devolver el capital al banco si este no renovaba la póliza; pero parece que si lo podría tener para el banco, porque ofreciéndole un interés variable tan apetecible como Euríbor más 0,35% captaba la entrada del cliente y después ya tendría oportunidad de renegociar las condiciones del crédito a su antojo en cada renovación anual, porque el cliente se vería abocado a aceptar lo que se decidiese por el banco si no tenía liquidez, como sucedió después". Esa situación de desequilibrio entre las partes a la hora de negociar sus contratos es la que permite entender impuestas abusivamente las citadas cláusulas, según el fallo. Así, el incremento del interés subió hasta el 5,25% y se le aplicó un 25% de intereses de demora.

El empresario se mostraba ayer satisfecho por el fallo judicial en el despacho de su letrado Ernesto de Gregorio de Auren Abogados. "Esta sentencia es el principio, pero me da ánimos. Con una firma entregué toda una vida de trabajo", explica. Tras la demanda del banco, apunta, otras entidades también le cortaron el crédito: "Tuve que vender la empresa textil".

Asegura que de los 9 millones de euros de la póliza en cuestión "no vi un duro", pues el dinero se utilizó "para cerrar los préstamos que tenía con las otras entidades bancarias, por los que pagué penalización y llevarlos todos a Caixa Galicia. Alega falta de información por una frase "reconducción año a año", cuyo contenido desconocía.

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