El juicio por la querella presentada contra los tres responsables de la empresa madrileña que fue propietaria de la marca Novissima quedó ayer visto para sentencia. La fiscal señaló en su informe final que los hechos denunciados por la diseñadora María Moreira y su hija -se querellaron contra los acusados al sostener que se quedaron con diseños de novia, fiesta y ceremonia que ellas habían creado- son constitutivos de delito de apropiación indebida. Pero el Ministerio Público se mantuvo en no acusar al sostener que cuando se presentó la querella, en el año 2011, los hechos ya habían prescrito.

La acusación particular -que representa a María Moreira y a la hija, dueña de la empresa en la actualidad ya cerrada donde se crearon los diseños- mantuvo su petición de 6 años de cárcel para cada acusado por delito continuado de estafa (y alternativamente apropiación indebida). En relación con la indemnización que solicita para sus clientes, rebajó la cantidad a 224.000 euros. Las defensas elevaron sus peticiones iniciales a definitivas: demandan la libre absolución de los acusados al negar la estafa, y sostienen asimismo que existió prescripción. Los encausados alegan que nunca recibieron ningún tipo de material.

Además de los informes finales, ayer compareció un perito y, en calidad de testigo, una extrabajadora de la empresa de los acusados. Esta empleada declaró que María Moreira sí entregó bocetos y prototipos de los vestidos y que cuatro de sus diseños se incluyeron en el catálogo de la firma denunciada para su comercialización.