Tras 25 años tocando en orquesta, este intérprete de prestigio internacional ha dado un respiro a su clarinete y ha optado por volcarse en la batuta. "Es lo que realmente me apasiona", confiesa Vicente Alberola, que ayer se estrenó como director titular de la Orquesta Vigo 430. La sinfónica inicia así una nueva etapa en la que, además, establece su escenario en el hall del Auditorio Mar de Vigo y se abona a la sesión matutina. Así, con la luz entrando a raudales y la ría como telón de fondo, la Vigo 430 inauguró su Programa Primavera 2015, con la violinista moldava Rusanda Panfili como solista.

El valenciano Vicente Alberola fue el primer clarinete de la Sinfónica de Galicia durante 12 años y pasó otros tantos en el mismo puesto en la Ópera de Madrid. Al mismo tiempo, fue el primer clarinete invitado de la Royal Concertgebouw Orchestra, la New York Philarmonic Orchestra o la del Festival de Lucerna, entre otras. Fue en esta última donde coincidió con Claudio Abbado. "Fue el que me inició en el mundo de la dirección, con la filosofía de compartir música y no competir, crear desde un punto de vista natural", explica. Su vocación despertó con la Xove de la Sinfónica de Galicia (OSG), de la que fue director artístico durante 8 años. Alberola abandonó el foso de la orquesta por el podio, pero para quitarse el gusanillo del clarinete, aún toca con la Mahler Chamber Orchestra y de Les Dissonances de Paris.

Fue como profesor de la Xove OSG donde Alberola conoció a a algunos de los actuales integrantes de la Vigo 430. Cuenta que, tras el éxito del concierto al que le invitaron en abril del año pasado, le propusieron ser el titular: "Vi que tenían una calidad notable y no me lo pensé ni dos veces, porque es una maravilla poder música con gente que lo hacen por amor al arte."

Aspira a realizar giras nacionales y europeas con la orquesta. "Una orquesta con esta ambición y actitud, deberían conocerla en España", sostiene y defiende la fórmula de trabajo de la agrupación: "Sin menospreciar, las orquestas grandes y públicas están un poco obsoletas, metidas en la rutina. Estos son encuentros esporádicos y la gente viene realmente a trabajar algo en concreto con unas ganas enormes". Prevé contar con "algunos encargos de obras nuevas con compositores actuales y tener su exclusiva para tocarlas por toda España e incluso Europa".