El estudio aprecia en años recientes en la ciudad olívica dos episodios "poco habituales": la irrupción de una "ola de calor" que afectó a la ciudad en julio de 2013 y que se marcó en la estación meteorológica del aeropuerto de Vigo la temperatura más alta jamás registrada (de casi 40 ºC durante varios días consecutivos), y la caída el 16 de octubre de 2014, de casi 100 litros por metro cuadrado, en un periodo muy breve de tiempo.
El episodio de temperaturas "anormalmente altas" se caracterizó entre los días 4 y 8 de julio por disparar los valores térmicos y por su inusual persistencia -llegó a durar hasta 5 días en algunas áreas de Vigo-. Las temperaturas fueron muy elevadas en todo el municipio, pero se observan diferencias térmicas de hasta 6 o 7ºC. En el aeropuerto, probablemente debido a su localización más interior y mucho más protegido de la acción suavizadora del mar, las máximas fueron más elevadas. En el centro de la ciudad se midieron temperaturas algo más suaves, por una mayor influencia directa de las brisas marinas. Y como cabría esperar, la estación del puerto de Vigo fue la que midió unas temperaturas más suaves, por debajo, en líneas generales de los 35ºC.
El siguiente fenómeno "extremo" observado en Vigo en años recientes, es el que se produjo el 16 de octubre de 2014, fecha en la que se recogieron en la ciudad casi 100 litros por metro cuadrado. La gran cantidad de precipitación registrada, unida a la fuerte intensidad y concentración acarreó importantes inundaciones y desperfectos en la ciudad.
