Los últimos inquilinos del Rebullón se despidieron ayer del centro psiquiátrico. 67 pacientes llegaron a su nueva ubicación, el Hospital Nicolás Peña, "sin ningún tipo de incidencia", según informó el gerente de la Estructura Organizativa de Xestión Integrada (EOXI), Félix Rubial.

A las nueve y media de la mañana la primera ambulancia colectiva salía del Rebullón camino a Camelias para trasladar a los pacientes. La operación se repitió cada 10 minutos, hasta que a la una del mediodía se daba por finalizada. Una hora después, los enfermos ya comían en sus nuevas habitaciones. "Los pacientes están muy contentos pese que a muchos lleven años viviendo en el Rebullón, este es un gran avance", valoró el jefe del servicio psiquiátrico, José Manuel Olivares.

La ubicación céntrica del hospital permitirá una integración más normalizada de los pacientes, además de mejoras básicas como que cada habitación cuenta con un baño. "Es un día de alegría para la salud mental", dijo Olivares, quien se mostró muy satisfecho con el proceso, "después de muchos años en los que los centros psiquiátricos permanecían apartados y poco más que en regímenes asilares".

Olivares señalo que el Nicolás Peña tiene todas las herramientas necesarias para atender correctamente a este tipo de enfermos y aprovechó para lanzar un mensaje de tranquilidad: "La salud mental se asocia casi automáticamente a la violencia de una manera injustificada, este es un buen ejemplo para ver que no es así, son personas que necesitan nuestra ayuda, no de las que tenemos que tener prevención".

Junto a los pacientes, el equipo médico también hizo la mudanza. Tanto Rubial como Olivares agradecieron el trabajo de los cerca de 80 trabajadores reubicados en el centro.

Se trata del último traslado de hospitalizados dentro del calendario previsto para la reordenación sanitaria debida a la apertura del Álvaro Cunqueiro. "Ponemos fin al proceso de reordenación de la actividad de hospitalización en el área sanitaria de Vigo", indicó el gerente. Casualmente este proceso se cierra con los pacientes de psiquiatría, que fueron los primeros en ser llevados al nuevo hospital, el pasado 24 de agosto.

La "vida" del Rebullón

Rubial quiso también resaltar el trabajo del Rebullón, "después de 40 años haciendo sanidad pública a favor de los vigueses". El centro no echa el cierre, ahora se abre una nueva puerta a sus usos. La hospitalización de pacientes no parece entrar en su futuro, ya que necesitaría una gran inversión, pero todavía alberga una base del 061, el archivo de historias clínicas del Chuvi y la ONG Cogami hace uso de sus instalaciones. El jefe de servicio se aventuró a mostrar su deseo de que pueda convertirse en un centro para la tercera edad.