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"En 40 años como diseñadora nunca me pasó esto; se quedaron mi trabajo con argucias"

María Moreira y su hija llevan a juicio a una empresa de trajes de novia y fiesta por presunta estafa -Los acusados lo niegan: "Los diseños son nuestros, ellas no nos entregaron nada"

Los tres acusados, ayer, en la Audiencia viguesa. // Adrián Irago

Un vestido de novia colocado sobre una silla en el estrado, junto a los abogados, no dejaba lugar a dudas sobre la temática del juicio. El traje fue una prueba aportada por la defensa en la vista que comenzó ayer en la Audiencia viguesa contra tres responsables de una sociedad madrileña ya sin actividad, Creaciones Nupciales -la que había sido propietaria de la marca Novissima-, a raíz de la querella presentada por una empresa de Gondomar perteneciente a la hija de la diseñadora María Moreira: acusa a la citada firma de quedarse con diseños de novia, fiesta y ceremonia creados por su madre y de no pagarle además las cantidades pactadas por las ventas que fueron suscritas en dos contratos. "En 40 años que llevo trabajando nunca pasé por una experiencia así; no me devolvieron nada, se quedaron con todo: patrones, prototipos...", declaró María Moreira, que aseguró ante el tribunal que la empresa de su hija, que cerró, se quedó "seca" precisamente a raíz de aquello. La acusación particular pide en su escrito provisional que se condene a los acusados a 6 años de cárcel, multa de 18.000 euros y al pago de 315.000 euros de indemnización por delitos de estafa y apropiación indebida. La fiscal no acusa al estimar que los hechos están prescritos y las defensas demandan la libre absolución: niegan la estafa y sostienen también que existe prescripción.

Los hechos se remontan ya a hace una década, a 2005 y 2006. La empresa de Gondomar afirma que entregó a la madrileña -una firma de referencia en el sector nupcial que era proveedora de unos grandes almacenes y tenía tiendas propias- más de cien diseños, entre bocetos, patrones o prototipos, y que nada de esto, que supuso un fuerte gasto económico en personal, materia prima, etcétera, les fue devuelto. Además, sostienen, descubrieron que cuatro de sus modelos llegaron a ser comercializados. "La primera colección que les hice la diseñé en Madrid quedándome noches sin dormir", contó María Moreira, que recordó en la sala que es diseñadora desde los años 70 y que fue "pionera de la moda de Galicia y España" en la pasarela Cibeles. Durante un tiempo, relató, siguió realizando más diseños para ellos, incluso mediante prototipos, que ella misma les entregaba en Madrid. Contó que le llegaron a encargar ir a una feria a París para "elegir" tejidos para los trajes que se iban a confeccionar. "Y no me devolvieron nada, confié, fui una ingenua; todo lo que me contaron fue una argucia desde el principio", sostuvo la diseñadora.

Los acusados, mientras, defendieron su inocencia. Sostienen que los diseños cuestionados que había en sus colecciones no fueron usurpados. "Eran diseños nuestros", afirmó el que fue gerente de la empresa. Su esposa, administradora y diseñadora con nombre comercial Charo Peres, aseguró que tras conocer a María y a su hija en Vigo y firmar los contratos "nunca más me reuní con ellas". "No nos entregaron nada; no recibimos ningún boceto, ni dibujo ni prototipo", dijo, recordando que Creaciones Nupciales, además de marcas propias, tenía la colaboración de diseñadores de renombre como Ágatha Ruiz de la Prada, citó entre otros. La defensa aportó un vestido de novia que fue examinado en sala ante los magistrados.

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