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Los efectos de la crisis económica

Los juzgados fijaron en un año 250 subastas de bienes valorados en más de 210 millones

El Mercantil celebró varios procesos millonarios de propiedades de cinco empresas en liquidación, entre ellas Promalar o Bernardo Alfageme -La mayoría de señalamientos en las salas civiles fueron de viviendas o terrenos

Promociones Doralta | Una subasta señalada en Primera Instancia, por 4 millones, fue de pisos, locales y plazas de garaje de un edificio en calle Aragón.

El balance es de vértigo. Y evidencia que, ocho años después del estallido de la crisis económica, sus efectos, al menos desde una perspectiva judicial, continúan muy vivos. Los juzgados señalaron a lo largo del pasado año más de 250 subastas con bienes cuyo valor global supera los 210 millones de euros. Una cifra astronómica que, para hacerse una idea de lo que supone, equivaldría casi al presupuesto del Concello vigués aprobado para este 2016. La gran mayoría de pujas tuvieron lugar en los juzgados de Primera Instancia, donde los procedimientos de ejecución hipotecaria, con sobre todo las viviendas en su punto de mira, son el tipo de causas que más procesos de este tipo generan. Y particularmente en este 2015 que acaba de concluir han sido muy importantes las subastas convocadas en el tribunal Mercantil en el marco de procesos de liquidación de empresas que entraron en concurso de acreedores: tanto, que las propiedades de sólo cinco de estas firmas fueron tasadas en 125 millones, lo que representa más de la mitad de la valoración de todos los bienes que se sacaron a puja este pasado ejercicio. En definitiva, muchas subastas pero, como contrapartida, escasos postores. Cuando se logran adjudicar los bienes son los bancos, como principales acreedores, los que suelen acabar quedándose con ellos. Y por importes muy por debajo de los inicialmente fijados.

Las subastas han sido una constante diaria en los doce juzgados vigueses de Primera Instancia -no se incluyen los de Familia-. Y las viviendas son el bien estrella. Prácticamente sin tregua, más de 170 pisos, casas unifamiliares o chalés protagonizaron gran parte de las pujas de 2015. Entre las tasaciones más altas, no aptas para todos los bolsillos, se encontraron una vivienda con terreno en Nigrán por 561.605 euros, un piso en Marqués de Valladares por más de 600.000 y otro en calle Venezuela que también superó el medio millón de euros. En el apartado de inmuebles, también se fijaron procesos en donde lo que estaba en juego eran edificios completos... o casi. Pisos, locales y plazas de garaje de dos torres del edificio de una promotora en la calle Aragón fueron valorados en más de cuatro millones. Cifra similar a la tasación de 19 estudios y pisos de una construcción de Velázquez Moreno. Y un inmueble casi derruido en plena calle del Príncipe salió por 1,7 millones.

No tanto como las viviendas, pero también son frecuentes las subastas de terrenos. Los edictos judiciales publicados el pasado ejercicio posibilitaban hacer ofertas por más de 70 parcelas urbanas, terrenos a labradío u otro tipo de fincas. De nuevo, tasaciones dispares. Entre las más altas, la de varios solares en A Seara, Lavadores y Comesaña por 2,4 millones. Se fijaron asimismo subastas de casi 50 locales comerciales o naves industriales. Como un establecimiento en García Barbón por casi 726.000 euros u otro, con un importe algo más elevado, en plaza de Compostela. Embarcaciones, vehículos o plazas de garaje centraron otros procesos, junto a bienes de otra índole que destacaron por su excepcionalidad, como un hotel de Val Miñor o un lote de telas y prendas de ropa, principalmente vestidos de comunión y de noche, pertenecientes a un comercio.

Firmas en concurso

Quien se abonó este 2015 a las subastas millonarias fue el tribunal de lo Mercantil. Pocos procesos, pero muy cuantiosos económicamente. Como propiedades de la promotora Promalar, cuya liquidación se eterniza. Hubo pujas de terrenos de Aldán y Bueu valorados en más de 52 millones de euros. Varios lotes acabaron en manos de los bancos, al no haber mejores ofertas, por cantidades lejanas al 70% del valor de tasación que tenían. Las entidades financieras también se quedaron con los bienes de Bernardo Alfageme y la Promotora Perquisa: en el caso de la conservera, la antigua factoría de Bouzas fue adjudicada por 11,2 millones tras ser tasada en casi 36, y en el de la promotora, en relación con la cual salían a puja un edificio de 60 viviendas en Salvaterra y terrenos en Vigo por 13 millones, el patrimonio se lo quedó la Sareb. Del Mercantil destacaron además otras dos subastas: la de inmuebles, fincas y pisos de la promotora Metrowest Europa S.L., tasados en casi 20 millones, y un solar con una construcción inacabada por 4,3 millones de Jamba Arquitectura S.L. De nuevo, las ofertas las hizo la Sareb.

La primera puja judicial online se hace esperar

  • La tradicional subasta presencial en la sala de vistas ya es casi historia. Casi porque hasta marzo aún hay varias previstas en los juzgados vigueses. Aunque eso sí, todas ellas fueron fijadas con anterioridad al 15 de octubre del pasado 2015, la fecha a partir de la cual las nuevas pujas que se señalasen ya tenían que celebrarse por el procedimiento electrónico debido a la reforma legal.Los problemas con el sistema online han demorado su implantación y, en el caso de la ciudad olívica, paralizaron hasta final de 2015 la tramitación de muchas pujas. Sin embargo, se empezaron a dictar los decretos acordando convocarlas y muchos de ellos ya son firmes. En breve, la aplicación informática estrenará las primeras subastas judiciales electrónicas de Vigo. Aunque escasos, procesos de otras salas de la provincia, como Pontevedra, ya se están celebrando.

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