El Servicio de Traumatología y CIrugía Ortopédica del Chuvi acaba de ampliar su cartera de servicios con una nueva técnica, la artroscopia de cadera, para abordar de forma mínimamente invasiva diversas patologías de cadera en sus fases iniciales. No solo persigue mejorar los síntomas de la lesión, sino evitar o, en su defecto, retrasar la aparición de la artrosis.

La artroscopia es una técnica que permite introducir una cámara y los instrumentos para operarar en las articulaciones a través de una incisión de escasos milímetros. Más utilizada en hombro o rodilla, su uso en la cadera es más reciente y se usa sobre todo para tratar pinzamientos o choques entre el fémur y la cavidad de la pelvis donde se articula. Es un problema que sufren con frecuencia adultos jóvenes y deportistas, que sufren dolor, incapacidad y molestias en la ingle y otras zonas de la cadera al moverse.

El principal objetivo de la artroscopia de cadera es "evitar o retrasar la aparición de la artrosis y el desgaste de la articulación y la necesidad de implantar una prótesis", según explica el jefe del Servicio de Traumatología del Chuvi, roberto Casal. Al tratarse de una intervención mínimamente invasiva, se acorta mucho el periodo de recuperación.

Los doctores Silvia Bértolo y Daniel Fernández son los responsables de la introducción de esta técnica en el Chuvi. El viernes pasado se celebró una charla sobre este procedimiento, impartida por el doctor Raúl Torres, de la Clínica Cemtro de Madrid.