El cruce de las avenidas de Castrelos y Alcalde Portanet se convertirá en los próximos días en una "turboglorieta", el sistema de orientación del tráfico en intersecciones viales que se implantó hace escasos meses en Gran Vía. En el "éxito" cosechado por el funcionamiento de la primera basó ayer el alcalde la decisión de extender "de inmediato" este innovador modelo en la confluencia de los citados viales de Castrelos y "de manera consecutiva" a otros tres puntos de la ciudad.
Abel Caballero mostró su satisfacción por los resultados obtenidos en la "turboglorieta" de Gran Vía, en el sentido, indicó, de que han contribuido "a aumentar la velocidad de la circulación y a reforzar la seguridad de los conductores. Además, pese los temores iniciales a una adaptación lenta y complicada de los conductores al sistema ha ocurrido, según el regidor, todo lo contrario. De hecho puso como ejemplo de la "familiaridad" con la que se han habituado al sistema el colectivo de las motoristas.
Para facilitar esta adaptación resulta clave que se anuncie previamente a los conductores, de ahí que el alcalde anunciase ayer con tanta antelación la creación de la "turboglorieta" de la Avenida de Castrelos con Portanet que horas más tarde fuentes municipales aseguraron que podría entrar en servicio "en los próximos días". "Ya está decidido cómo será y la vamos a establecer de inmediato", agregó Caballero. Por su ubicación esta segunda también constituye una prueba de fuego para evaluar la efectividad de la singular iniciativa. Se trata, como reconoció el regidor, de un punto de tráfico denso por la afluencia de trabajadores a la planta de PSA, y recientemente agravado por los cientos de conductores que acuden a diario al hospital Álvaro Cunqueiro.
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Una vez en marcha esta "turboglorieta" le seguirán otras tres. En el cruce de las calles Travesía de Vigo y Jenaro de la Fuente, en la rotonda de la Avenida Castelao donde está el Bernardo Alfageme, y en Gregorio Espino. Estas tres intersecciones son de las más conflictivas de la ciudad en cuanto a su siniestralidad. Según datos de la Policía Local, el de Coia y Jenaro de la Fuente suman en torno a 60 accidentes al año.
