El Hospital de Povisa está de enhorabuena. La Fundación Avedis Donabedian les acaba de conceder su Premio a la Excelencia en Calidad en Hospitales. No es un reconocimiento más. Lo destacan como el más prestigioso a nivel nacional en la materia. Distingue a aquellos que desarrollan en su día a día programas de mejora continua de la calidad y que, además, lo pueden demostrar con resultados medibles tanto en la asistencia como en la satisfacción de sus usuarios.

El centro de la calle Salamanca entra así en un selecto club en el que se encuentran prestigiosos complejos sanitarios como la Clínica Universitaria de Navarra, el Hospital Vall d´Hebrón o el Instituto Guttman. En esta vigésimo sexta edición, comparte premio con el madrileño Puerta de Hierro. Ayer, en una gala en el Palau de la Música Catalana (Barcelona), recogieron el galardón una delegación formada por el consejero delegado del hospital, José Bernardo Silveira; el director de Planificación y Sistemas, Andrés Marcuño; y la directora de Calidad y Enfermería, María Antonio Muñoz. Esta última destaca que la Fundación Avendis Donabedian, cuyo nombre rinde honor al fundador del estudio de la calidad de la atención sanitaria, es una institución "independiente y creíble". Con fuerte implicación en la docencia y la investigación, gestiona un instituto universitario adscrito a la Autónoma de Barcelona que dispone de la única cátedra europea en calidad clínica. También resalta la "proyección internacional" de la distinción "en términos de competitividad".

Para Muñoz, lo que ha propiciado este logro es el Plan de Calidad y Seguridad al Paciente, en el que el hospital lleva trabajando desde 2006 y que se ha convertido "en un factor estratégico". Este articula todos los programas de mejora, creados por hasta 17 equipos de profesionales -formados en un 90% por médicos y enfermeras- y con resultados medibles. En este sentido, hace mención especial al "potente" departamento de informáticos, que les han permitido implantar estos sistemas. Todo ello se complementa con "encuestas a pie de cama" para testar la satisfacción del paciente.

Del informe de más de 1.200 páginas que Povisa remitió con sus resultados para optar al galardón, la Fundación ha apreciado especialmente los resultados clínicos obtenidos en la lucha contra las infecciones que se adquieren dentro del hospital o la implantación de diversas prácticas clínicas, como son la creación de una unidad de ictus y de un protocolo específico para reducir el deterioro del paciente anciano cuando debe ser ingresado.

En el servicio de urgencias acaban de poner en marcha un proyecto para que los acompañantes, durante la espera, puedan conocer dónde se encuentra el paciente y qué pruebas le están realizando.

Otro de los programas destacados por el jurado es el que Povisa ha implantado para controlar el riesgo de la tecnología médica sobre el paciente. "Nunca es inocua", resalta la directora de Calidad, que desmiente la creencia de "mejor cuantas más pruebas me hagan". Así, han creado una clasificación con la "criticidad" de los efectos de los equipos diagnósticos o terapéuticos; han evaluado su obsolescencia para no superarla y han establecidos revisiones de sus fungibles; También ha creado protocolos para su uso. No se estrena ninguno sin hacer simulacros y solo pueden emplearlos aquellas personas previamente formadas.

También ha ayudado a convencer al jurado la plataforma con vídeos formativas que el hospital concertado ha puesto a disposición de pacientes y familiares a través de las pantallas táctiles con las que están dotados los cabeceros de las camas. El objetivo es educarlos sobre los cuidados o las habilidades necesarias para convivir con su enfermedad.