La problemática de la violencia de género está a la orden del día. Y un buen ejemplo de ello se vio ayer en el Juzgado de lo Penal 1 de Vigo, ya que tres de las vistas que constaban en su agenda de señalamientos eran contra acusados de malos tratos y amenazas de muerte a sus compañeras o excompañeras sentimentales. Y de los restantes cuatro juicios fijados, había otros dos que también tenían como telón de fondo las relaciones de pareja. Uno de ellos era contra un hombre que supuestamente propinó cabezazos y puñetazos al novio de su exmujer y otro, contra un divorciado por el impago de la pensión de 600 euros que debe abonar mensualmente a los dos hijos que tuvo en común con su exesposa.

Uno de los casos de violencia de género se remonta ya a 2010. El acusado tuvo una larga relación con una mujer que finalizó en 2009. El 20 de octubre del siguiente año ingresó en prisión en Lisboa, y entre esa fecha y enero de 2011, según la Fiscalía, empezó a llamar por teléfono a su expareja, dos o tres veces al día, profiriendo graves amenazas. "Cuando salga voy a ir a tu procura, te voy a buscar donde estés, te voy a pegar, te voy a matar", refiere el Ministerio Público que dijo el acusado a la mujer, a la que también habría intimidado con matar a su hijo. La Fiscalía, en su escrito provisional, solicitó una pena de 9 meses de prisión.

Otro juicio fijado contra otro presunto maltratador era por hechos ocurridos en Vigo hace un año. Supuestamente, el acusado dio un bofetón a su pareja, tras lo cual ésta se cayó contra una mesita y contra el suelo. Después, refiere el fiscal, el hombre puso un pie sobre la cabeza de la víctima, insultándola y amenazando con matarla. La petición provisional, en este caso, fue de 11 meses de cárcel.

También ayer se juzgó a otro acusado, de origen nigeriano, por presuntamente propinar puñetazos en el rostro a su pareja, de la misma nacionalidad, en diciembre de 2015. "Te voy a agarrar del cuello y te voy a matar", le dijo. Él se declaró inocente. "No soy un animal, nunca la golpearía", aseguró, añadiendo que sus familias en Nigeria ya habían solventando el "problema" entre ellos. Mientras, la mujer, que testificó tras un biombo, ratificó su denuncia. "Me pegó con el puño en el ojo", dijo. Refirió además que no era la primera vez que la agredía, pero que en una anterior ocasión había retirado la denuncia porque él le pidió "perdón". El fiscal pide un año de prisión.