Un autobús de Vitrasa se quedó ayer atrapado al abrirse el pavimento cuando circulaba por la avenida de García Barbón muy cerca de la sede de UGT, sobre las ocho de la tarde. El suelo de la calzada cedió al paso del bus, que iba vacío, y no se registraron heridos.
Numerosas personas se concentraron en el lugar ante lo llamativo del siniestro, si bien el conductor pudo abandonar el vehículo sin problemas y los daños en el autobús fueron escasos, según responsables de Vitrasa. Vecinos de la zona apuntan que por debajo del pavimento pasa una antigua mina de agua que pudo desbordarse a causa del temporal de los últimos días y dañar la calzada.