La reunión de esta mañana entre Puerto y Náutico se cierra sin acuerdo. El club pedía al organismo que preside Enrique López Veiga flexibilidad en el pago de la deuda heredada de la anterior directiva, que está lastrando las cuentas de la entidad e incluso amenaza su futuro. Este viernes el Náutico celebrará una asamblea extraordinaria para dar luz verde a un crédito con el que busca revertir sus problemas financieros.

Veiga reconoció que el Náutico "tiene problemas derivados del pasado", pero insistió en que la Autoridad Portuaria tiene las manos atadas. "Tenemos que ser muy rigurosos y cuando hay deuda tenemos la obligación de facturarla", explicó el responsable de Praza da Estrela: "Podemos aplazarla, pero no más de dos años; tenemos muy poca flexibilidad". Parte de las facturas del club estarían ya en vía de apremio. "Tenemos que tratar a todos los concesionarios por igual", zanjó Veiga, antes de recordar que con el Náutico "ya hubo un trato favorable en el pasado".

El Puerto sí se muestra dispuesto a "echar una mano dentro de lo posible" y permanece a la espera del plan de viabilidad del club. "Continuaremos reuniéndonos con el Náutico con espíritu positivo", apostilló. Con todo, "en el peor de los casos" -anotó Veiga, en referencia a una hipotética entrada en concurso de acreedores- la institución que preside garantizaría la continuidad de la actividad deportiva del Náutico. Según detalló, ya ha contactado con la Secretaria Xeral do Deporte y con el comité de empresa del club.