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Impulso económico

El pleno del mes de enero de 1880 aprobó la creación de la Caja de Ahorros Municipal de Vigo

Cartel de la apertura en A Guarda. // FdV

Fue el 15 de enero de 1880 cuando oficialmente nació la Caja de Ahorros Municipal de Vigo, aunque inició su actividad real nueve meses después. En ese periodo de tiempo se gestionaron todos los trámites oficiales y administrativos correspondientes. No fue la primera institución de estas características que se constituía en España pues ya existían otras similares. El cambio de ciertas leyes favoreció su implantación.

Manuel Bárcena era el alcalde de Vigo en aquella época. Y fue uno de sus principales impulsores. El crecimiento de la ciudad y también su desarrollo económico propiciaron la realización de una propuesta que fue muy bien acogida. Hasta ese momento era la sede del Banco de España el que tenía la representación bancaria en la ciudad. Pero las autoridades no estaban satisfechas con el servicio.

La nueva caja, en el que se incluía especialmente los términos municipal y benéfica, se construyó con una inversión de 5.000 pesetas. Una importante cantidad aportada también por el alcalde. Después de la aprobación por parte del pleno, se dieron los pasos correspondientes para comenzar a funcionar. El 17 de junio de ese mismo año se aprueban los estatutos, el siete de agosto se nombra el cargo de presidente fundador y dos días después se recibe la comunicación oficial por parte de Alfonso XII para la puesta en marcha del proyecta. Era este un requisito indispensable.

Se iniciaba una larga historia. El tres de octubre, también de 1880, se abrió la primera oficina. Estaba ubicada en la calle del Príncipe, en la sede de los juzgados y la cárcel, un edificio que había sido terminado pocos meses antes. Cuentan las crónicas de la época que el primer día se ingresaron más de 6.000 pesetas.

El crecimiento de la caja fue imparable, sobre todo por el compromiso de los empresarios. Poco tiempo después, la sede se trasladó al edificio consistorial, que en aquella época estaba en el actual Casco Vello. Su crecimiento fue constante. En 1924 se estableció en la calle Marqués de Valladares. Y fue un año después cuando compró la finca de San Roque, su primer edificio en propiedad. Ronda de don Bosco y Velázquez Moreno fueron otros lugares en los que estuvo presente.

Uno de los momentos más importantes de su historia llegó en 1940. El ayuntamiento decidió construir un edificio en un solar en el cruce de las calles García Barbón y Colón. La institución municipal abrió un concurso de ideas a la que se presentaron 38 propuestas. Ninguna de ellas logró la aprobación. Después de varios meses, se decidió conceder la adjudicación a los que habían logrado la segunda mejor valoración. Firmaban el proyecto José y Gaspar Zaragoza junto a Manuel Romero. Al mismo se sumó Antonio Cominges, que se encargó de forma preferente de los elementos exteriores.

Fue un gran paso, al que siguieron otros. La caja abrió oficinas en distintos barrios de la ciudad. Una de las primeras fue en el Berbés, que se consideraba emblemático. En 1954 inició su expansión por el sur de la provincia. Tras unas largas y complejas negociaciones, se autorizó la apertura de la oficina en A Guarda.

La Caja de Ahorros de Vigo impulsó numerosas iniciativas culturales, deportivas y económicas. Fue la que apoyó de forma decidida el desarrollo del barrio de Coia. Con el paso del tiempo, adquirió numerosos edificios y financió otros. En la actualidad, en diversos de ellos todavía se pueden encontrar placas con el nombre de la Caja de Ahorros Municipal de Vigo.

Otra de sus importantes aportaciones fue la creación de URECA, Unión Recreativa de Empleados de Cajas de Ahorro. Fue en 1953 y hoy en día mantiene una intensa actividad en su sede de Nigrán a pesar de la transformación que ha sufrido la entidad en los últimos años.

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