"De repente nos quedamos parados en un tunel como quince minutos, luego el tren dio marcha atrás. Al principio te asustas pero luego ya nos dijeron que por motivo del temporal la vía estaba cortada y tendríamos que hacer trasbordo". Así describía Eduardo González, uno de los vigueses que viajaba en el primero de los Alvias afectados, el momento en que les avisaron que la ruta estaba suspendida por culpa del temporal.

Esta cadena de borrascas que está asolando la totalidad de la fachada atlántica ha dejado nuevos "damnificados" a su paso, en total 1.150 personas. Cuatro trenes Alvia que realizaban la ruta Madrid-Galicia y viceversa tuvieron que detener su marcha tras el desprendimiento de tierra y árboles a la vía.

El primero de los trenes que se encontró con las trabas fue el que salió de Vigo Guixar a las 8.13 horas, anexionado al que previamente partía desde Ferrol. Cuando llevaban poco más de dos horas, el tren se detuvo en mitad de un tunel y un revisor les explicó la situación. "Debió de producirse un alud de tierra y árboles que cortaron la vía. Nos dijeron entonces que tendríamos que coger un autobús en Vilar de Barrio que nos llevase a la anterior parada y tomar desde ahí un tren a Madrid", explicaba el vigués de 24 años.

Cerca de una decena de autobuses fueron trasladando a los cerca de 300 viajeros, la mitad procedentes de Vigo desde la parada hasta A Gudiña, desde donde retomarían el trayecto a Madrid. Allí, fue nesesario la atención de una ambulancia a una señora por un ataque de ansiedad. "Llama la atención que no hubiese personal de asistencia de Renfe, solo un par de revisores y había mucha gente con maletas, bebés, fue un poco caos todo", resalta Mar Portela, otra de las viguesas afectadas.

Finalmente la sexagenaria no tuvo que ser trasladada y continuó a la espera del tren que los llevase a Madrid. Este desvío provocó horas de espera para todos los pasajeros, que de igual forma coinciden en asegurar que la situación fue resuelta de forma rápida. "No me parece excesiva la espera, ante una situación así no hay mucho más que hacer", asegura Fernando Tarrío, otro olívico afectado.

Minutos antes de las 18.00 horas de la tarde, los 300 pasajeros llegaban por fín a Chamartín tras casi diez horas de viaje.