El desbordamiento del Lagares dejó ayer su "huella" en el polígono de O Caramuxo, donde tienen instalada su base y naves decenas de empresas. Las intensas lluvias de la mañana -que acumularon más de 58 litros por metro cuadrado, según los datos recabados por Meteogalicia en su estación del campus- provocaron la crecida del río, que terminó anegando parte del barrio y alcanzó incluso los bajos de algunos negocios. Una decena y media de firmas ubicadas en O Caramuxo se vieron obligadas así a paralizar su producción, volcarse en la tarea de achicar el agua e incluso proteger su maquinaria, subiéndola a palés, para evitar que se deteriorara. En el recuerdo está todavía el desbordamiento del Lagares que se produjo hace cerca de ocho meses, cuando un temporal similar al de ayer ocasionó daños en los negocios por un valor que ronda los dos millones de euros.

Entre las empresas afectadas hay firmas dedicadas al sector de la metalurgia, componentes de la automoción, utillaje industrial, reparaciones navales, marmolería, un cátering e incluso un gimnasio. Uno de los negocios afectados, por ejemplo, vio cómo se inundaban sus accesos y el agua inutilizaba uno de sus vehículos, lo que le impidió cumplir con sus proveedores. Debido al desbordamiento del Lagares la empresa tuvo, en consecuencia, que adaptar su ritmo de trabajo al escaso material que guardaba en el interior de la nave.

Otro de los negocios afectados explica que debido a los problemas sufridos en el pasado con la crecida del Lagares ya ha realizado una "fuerte inversión" para dotarse de potentes bombas con las que achicar el agua. Según comentan desde esta firma, el problema está en los colectores que rebosan, incapaces de canalizar el abundante caudal que se acumula los días de fuertes precipitaciones -en especial cuando coinciden, además, con pleamar-. Este negocio ve los colectores "insuficientes" y urge a las instituciones a que pongan más medios, "como bombas de achique o el dragado del río". Parte del problema lo relaciona con las excavaciones que se están realizando en Balaídos y Ricardo Mella.

Negocios perjudicados ya contactaron ayer con el Consorcio de Compensación de Seguros tras apreciar los daños que produjo la crecida del río en sus instalaciones. Con todo, estudian dirigirse a las instituciones con competencias en el mantenimiento del Lagares -Augas de Galicia tiene la responsabilidad sobre el río y el Concello, sobre el paseo- para reclamar también daños. Según explican, padecen desde hace tiempo los problemas que ocasiona el desbordamiento del Lagares y el perjuicio económico que les acarrea. La situación, aseguran afectados, ha llegado a un punto "insostenible" y les provoca "indignación", ya que -recalcan- con un mejor mantenimiento del cauce el impacto de las crecidas podría reducirse.

El entorno de O Caramuxo dejó ayer estampas impresionantes, con naves industriales anegadas, en las que los operarios se veían forzados a andar con el agua por encima de los tobillos; o accesos a empresas encharcados y ocultos por varios centímetros de líquido. En otros puntos de Vigo, como en Balaídos, podían encontrarse también vehículos totalmente atrapados. La estación de Meteogalicia situada en el campus había contabilizado ayer a media tarde 58,3 litros por metro cuadrado de lluvia acumulada. La ubicada en el puerto alcanzaba los 43,6 l/m2 y la de Illas Cíes, 40,8 l/m2. Se registraron también fuertes ráfagas de viento.