Las adopciones de animales en Vigo caen en picado. Fuentes de la perrera municipal situada en A Madroa reconocen que este recién terminado 2015 fue un año "pésimo" para la acogida de mascotas del centro. Mónica Álvarez, encargada de esta protectora no solo ve un presente duro para estos animales, sino que el futuro tampoco pinta mejor. "Bajaron muchísimo las adopciones, pero ya no solo este año, sino que echando la vista atrás, hace ya mucho tiempo que el número de adopciones es muy pobre, sin embargo este año se ha notado un montón", comenta la encargada de la perrera.

Entre las razones que encuentra a este descenso continuado en el número de acogidas, Mónica Álvarez atribuye a la crisis la raíz del problema. "Nosotros lo venimos notando desde que llegó la crisis. Aunque adoptar sea gratis luego tienes que cuidarlo, alimentarlo, ponerle las vacunas correspondientes y eso lógicamente, cuesta dinero. A muchas familias ya caro les cuesta mantenerse como para coger un animal también", argumenta la encargada.

En el caso de los gatos la situación es incluso peor. Sí es verdad que llegan menos ejemplares pero los que entran difícilmente encuentra una familia ya que, en palabras de Mónica, "resulta más sencillo encontrarlos por la calle". "Nos damos cuenta que los felinos como los gatos se encuentran fácilmente por la calle, acceder a uno es mucho más simple que en el caso de un perro", añade.

Estas adopciones son gratuitas, dejando a un lado el precio del microchip obligatorio, que facilita enormemente la posibilidad de que el animal sea devuelto a sus dueños, y las vacunas y papeles que certifiquen que el perro se encuentra en buenas condiciones. La encargada de la perrera de Vigo reconoce que en los últimos tiempos el número de animales con chip se incrementó de forma paulatina. "Muchos de los perros extraviados son recuperados rápidamente por sus dueños, con el chip es muy fácil y cada vez más encontramos animales que lo llevan", asegura Álvarez.

El dato positivo se encuentra en el número de abandonos. Reconocen desde la protectora que esta cifra sí se ha visto reducida en el último año, aunque siguen entrando más cánidos y felinos que los que salen. De cada 5 animales que entrar, sólo sale uno, lo que provoca que, a día de hoy sean cerca de 600 los animales que conviven en los cerca de 3.000 metros cuadrados con los que cuenta el recinto de la protectora de A Madroa.

En los nueve primeros meses del año, fueron recogidos por los servicios de protección 636 perros, de los cuales, entre adopciones (165) y recuperados (225) la cifra suma tan solo 390, permaneciendo en la asociación el 62% de los cánidos que entran, según datos facilitados por fuentes municipales.

Para la perrera la llegada de la navidad no favoreció las acogidas. "El refrán de que compramos o adoptamos en Navidad y abandonamos en verano aquí no se cumple. Nosotros tenemos muchos abandonos y pocas adopciones a lo largo de todos los meses del año por igual", lamenta la encargada del recinto de animales vigués.

Entre los motivos que llevan a la gente a comprar en vez de acudir a un centro de recogida reside en el cuidado y aprendizaje de la mascota, cuando en verdad, muchos de los animales con los que cuentan ya están educados al convivir anteriormente con personas.