El paso de sus Majestades de Oriente por Vigo no defraudó a nadie, y eso que contaban con un público de lo más exigente. Miles de niños fueron llegando a los aledaños de Porta do Sol desde primera hora de la tarde para no perderse ni un solo detalle del mágico desfile de los Reyes Magos.

Melchor, Gaspar y Baltasar partieron desde Isaac Peral con una puntualidad inglesa y un ojo pendiente de los niños y el otro mirando al cielo, ya que su negrura hacía presagiar una cabalgata pasada por agua. Sin embargo, ofreció una tregua y solo 'presenció' el desfile durante cinco minutos. Esto propició uno de los recorridos más rápidos que se recuerden ya que en poco más de una hora, a las siete y cuatro minutos de la tarde, la última carroza atravesaba Porta do Sol destino Paseo de Alfonso XII, final del trayecto 'real'.

Los tres Reyes Magos comandaron la cabalgata, guiados por el cartero real y seguidos por una gran comitiva de animales fantásticos como hadas, espantapájaros luminosos, figuras de Alicia en el País de las Maravillas o soldados 'armados' de tambores y bombos. La banda sonora no solo corrió a cargo de tradicionales villancicos, sino que cada carroza tenía sus propias melodías, algunas más navideñas y otras más modernas. Tan musical fue este desfile que la carroza de Espacio sie7e era una auténtica orquesta, con una gran piano y en donde todos sus pajes, batuta en mano, dirigían el lanzamiento de caramelos.

Aunque la cabalgata comenzase a las seis, horas antes sus Majestades se presentaron a los niños en el Auditorio Municipal, donde invitaron a un chocolatada y en Porta do Sol, donde recibieron de manos del cartero real la 'llave mágica' (y gigante), que permite abrir todas las casas de la ciudad y así dejar sus regalos bajo los árboles.

Melchor y Gaspar no dudaron en reconocer que estaban "encantados" de volver un año más a la ciudad. "Los mejores niños del mundo están en Vigo, sabemos que os portasteis muy bien, por eso volveremos", apuntaron los dos reyes, mientras que Baltasar recordó una promesa que habían firmado el año pasado. "Vosotros nos pedíais que ayudásemos a que el Celta marcase más goles. Mirad como están este año. Cumplimos lo que os prometimos, así que vosotros prometedme que vais a ser buenos", rezaba el monarca. El alcalde también agradeció la presencia de sus Majestades en Vigo y auguró un gran desfile. No se equivocó.

Los Reyes Magos se trasladaron en imponentes descapotables hasta el nudo de Isaac Peral, ante el aplauso adelantado de muchos niños ya expectantes tras las vallas. Subieron en sus respectivas carrozas y guiados por una comitiva de policías locales y custodiados por 18 caballos, iniciaron su marcha y repartieron los caramelos. La primera en hacer acto de presencia fue la cartera real, que saludaba desde una carroza decorada con un gran libro de deseos y un buzón para que todos ellos se cumplan. Le siguió Melchor, con una espectacular carroza donde la iluminación de la misma no pasó desapercibida. Las caras boquiabiertas de los padres y niños lo decían todo. El cielo, al estar negruno, favoreció el impresionante juego de luces de cada una de las comitivas envolviendo de magiay misticismo las calles principales de la ciudad.

Aunque la lluvia no hiciera acto de presencia, los paraguas sí cumplieron una función: puestos del revés son una perfecta herramienta para hacerse con el mayor número de dulces lanzados por los pajes de los reyes, como bien hacían la pequeña Erea y su abuela.

La llegada de Gaspar fue la más aplaudida por los niños, y es que la mayoría reconocen que fue su carroza favorita. "Yo me quedo con la decoración y las figuras de la carroza de Gaspar, era la más bonita de todas, me gustaba mucho su mariposa grande y las luces que tenía", comentaba Catalina, de diez años.

Los hermanos Gonzalo y Daniela Ferreiro, de 7 y 5 años, también señalaron la del rey de barba castaña como su favorita aunque para ellos la mejor fue la del Centro Comercial Gran Vía. "Tenía unas estrellas muy grandes y bonitas, parecía un firmamento", reconocen los niños.

Baltasar fue el último rey en hacer su aparición y también el que más caramelos, ayudado por sus pajes, lanzó. Para Xian Rival, de seis años, fue su carroza la más bonita. "Me gustó mucho su tren y además es mi rey favorito", reconoce el vigués.

Los zancudos fueron otros de los protagonistas del desfiles. Cientos de ellos y con ambientaciones diferentes se pasearon haciendo alarde de su altura y, en algunos casos, de su dificultad para andar. Destacaron las zancudas disfrazadas de novias, de ángeles, de monicreques verdes o de ninfas. Otro de los disfraces más aplaudidos fueron los soldaditos percusionistas, que a ritmo de batucada, hicieron levantar la mano del móvil o cámara para dejarse llevar por el ritmo y marcarse un baile con el acompañante.

La Escola Municipal de Teatro también tuvo su particular actuación en la que una veintena de bailarinas engalanadas con sus coloridos vestidos danzaron al ritmo que marcaban los villancicos.

Los carruajes de Sus Majestades no fueron los únicos en desplegar su magia, luz y color por García Barbón y resto de céntricas calles. Las grandes marcan también quisieron tener un huequecito en la tradicional y festiva cabalgata. Así, la Policía Local comandada por una ardilla, Peugeot con un gran avión, Gadis con un divertido conejo, Coca-Cola y su feliz topo, Alcampo con su carroza árabe, Gran Vía con un firmamento de estrellas o Espacio sie7e con su particular orquesta pusieron el toque de humor y diversión a una cabalgata que pasará a la historia como la más rápida, sí, pero también como la más bonita. "Llevamos viniendo varios años por los niños y la verdad es que nos gustó más que el año pasado. Sobre todo por las luces, estaba tan bien iluminadas que eran una pasada, esto ya no es solo para los niños, nosotros también disfrutamos", relata una de las madres que acompañó a sus hijos a ver a Sus Majestades.

Los personajes de Alicia en el País de las Maravillas tampoco quisieron perderse el desfile y además de regalar caramelos, ofrecieron la mejor de sus sonrisas a los 'peques'. Las hadas también llenaron aún más si cabe, de magia e ilusión este desfile donde las muecas de asombro de los infantes eran constantes.

Cinco unidades de bomberos clausuraron un desfile que cumplió con su objetivo: levantar la sonrisa de los miles de niños ilusionados con ese mágico día.