El alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha hecho hoy balance del año 2015, que ha calificado como "un buen año", que no pudo ser "espléndido" por la "mala noticia" de la sentencia del Tribunal Supremo que anuló el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM).

En una rueda de prensa, el regidor olívico ha hecho un repaso de las principales actuaciones del gobierno municipal a lo largo del año, unos "logros" que, a su juicio, fueron posibles por el resultado "histórico" del PSOE en las elecciones municipales.

Así con una mayoría "absolutísima" de 17 ediles, este gobierno local ha contado con la ventaja de tener una "estabilidad política total" que, según Caballero, le ha permitido, entre otras cosas, aprobar los futuros presupuestos, o iniciar la tramitación de un nuevo PXOM "en un tiempo récord de 15 días" tras la sentencia del Supremo.

En el ámbito de la actuación municipal, el alcalde ha destacado la "transformación" de la ciudad, la creación de "3.000 empleos", la politica social, la "situación financiera envidiable" del Ayuntamiento vigués, la reforma de un "emblema" como el estadio de Balaídos, o el "despegue" del aeropuerto de Peinador.

Caballero también ha destacado el papel de Vigo en el municipalismo español, y la consecución varios objetivos como la presidencia de la Federación Española de Municipios y Provincias (que ostenta el propio Caballero), la presidencia de la Diputación (en la figura de la edila Carmela Silva) o la puesta en marcha del Área Metropolitana, "que está a punto de conseguirse".

Sentencia PXOM

En la cara negativa del balance, el alcalde se ha referido a la sentencia del TS que anuló el Plan Xeral aprobado por el gobierno municipal en 2008, y ha vuelto a insistir en que la resolución del alto tribunal se debió a "un acto mal hecho por la Xunta".

En todo caso, ha destacado que el Ayuntamiento ya ha iniciado la tramitación del nuevo planeamiento urbanístico, y ha pedido ya los informes pertinentes para la elaboración de un nuevo plan, que tendrá su base en el plan anulado, aunque con las modificaciones y adaptaciones normativas pertinentes.

Finalmente, también ha apuntado, como aspecto negativo, la situación del Hospital Álvaro Cunqueiro, que ha calificado como una "calamidad".