Para la antigua nave de la fruta, en el muelle de Comercio, la Autoridad Portuaria ya tiene decididos los nuevos usos. Parte de uno de los locales, para la Guardia Civil, y el resto para almacenar mercancías. En el centro del edificio conocido como El Tinglado está la zona de recepción de cruceristas, la única dependencia que se terminó de construir antes deque el Concello parase las obras. Pero el uso de este espacio es simbólico. Ya lo dijo este lunes el presidente del Puerto, Enrique López Veiga, tras anunciar que la nave volvería a albergar mercancías. "El uso para cruceristas es excepcional y nada indica que vaya a aumentar". Tanto es así que en 2016 no está previsto el amarre en el muelle de Comercio de ningún crucero, por lo que un año más esta segunda terminal tan demanda por el anterior dirigente portuario permanecerá sin utilizar.