Vigo se ha ganado un hueco en muy pocos años en el exigente y competitivo sector aeroespacial y ya cuenta con credenciales para participar en la ambiciosa misión de la ESA y la NASA para desviar el asteroide Dydimos cuando se encuentre más próximo a la Tierra, en el año 2022.

Los investigadores están "muy motivados" ante el reto tecnológico que supone diseñar el primer cubesat para el espacio profundo. La propuesta viguesa, en la que colaboran la Universidad de Bolonia y la empresa suiza Micos, fue seleccionada por la ESA junto a otras cuatro. "En junio elegirán una o integrarán varias soluciones, pero ya somos parte de la misión. Tenemos un contrato con la ESA que es una muestra de reconocimiento y de confianza. Es un éxito de muchos profesores que están detrás y redunda en la apuesta estratégica de la Universidad", destaca Aguado.

El DustCube, cuyo diseño está avanzado en un tercio, tendrá que recorrer 11 millones de kilómetros a bordo de una sonda hasta alcanzar el asteroide. Orbitará a su alrededor durante varios meses hasta que otra nave de la NASA colisione contra Dydimos para intentar desviar su trayectoria.