Tienen los expedientes más brillantes del país y realizan sus tesis doctorales en grupos de investigación punteros cuyos logros engrosan el conocimiento o tienen una aplicación directa para aumentar la competitividad del tejido industrial. Aportan su trabajo al desarrollo científico y económico de España pero sus salarios apenas alcanzan los mil euros. Y a esta precaria situación se añade la negativa del Gobierno a actualizar sus nóminas, por lo que los 1.500 beneficiarios del programa FPU (Formación de Profesorado Universitario) han iniciado en las redes sociales la campaña "Apadrina un joven investigador estas navidades" para exigir un incremento de tan solo 148 euros brutos y, de paso, dar a conocer su situación.

Los recortes en financiación han convertido la carrera investigadora en "un salto de fe", denuncia esta plataforma de afectados que ya supera las 1.700 firmas de apoyo en change.org. para exigir al Ministerio de Educación que cumpla la ley. La Conferencia de Rectores (CRUE) y universidades como la de Oviedo ya se han mostrado públicamente a favor de sus demandas.

En la de Vigo los afectados rondan la veintena. El ingeniero industrial Felipe Arias es uno de ellos. Remitió un correo al servicio de Investigación para que lo difundiese entre todos los beneficiarios de becas FPU y también envió un escrito a la vicerrectora de I+D del que todavía no ha obtenido respuesta.

"La situación de la investigación ya era precaria antes de la crisis y con los recortes todo ha ido a peor. Conozco a gente que ya se va al extranjero a hacer el doctorado y la tesis o que desiste de dedicarse a la investigación ante las dificultades", asegura.

Arias forma parte de los beneficiarios del programa de 2013 que, a igual que los de 2014, reciben un salario bruto de 14 pagas de 1.025 euros durante los dos primeros años y de 1.173 euros los dos siguientes. La última convocatoria del ministerio publicada en el BOE en noviembre fija, sin embargo, esta última cantidad desde el inicio del contrato.

"Creemos que ha habido un interés electoralista. Las plazas se habían reducido de 950 a 800 y, sin embargo, este año las volvieron a subir a 850 y además con un aumento del sueldo", denuncia.

Los afectados recuerdan que las convocatorias de 2013 y 2014 fijan que cualquier incremento o reducción posterior de estas ayudas deberá aplicarse a todos los contratos suscritos por lo que han empezado a informar a sus respectivas universidades y a enviar sus reclamaciones al ministerio para exigir le una equiparación. Si no hay respuesta en tres meses, podrán presentar un contencioso ante el silencio administrativo.

"Entre el prorrateo de las pagas, las retenciones y cotizaciones y el recorte de la Xunta cobramos poco más de 1.000 euros al mes. Yo me voy arreglando, pero tengo que pagar un alquiler porque no soy de Vigo y llegas justito. Las ayudas en otros países son mucho mayores.", lamenta Felipe Arias.

Su trayectoria es similar a la del resto de afectados. Tras acabar su carrera en 2012 en la especialidad de Mecánica, cursó el máster de Investigación en Tecnologías y Procesos Avanzados en la Industria y ya realizó el trabajo final en el grupo de Aplicaciones Industriales de los Láseres, del departamento de Física Aplicada.

Continuó en el equipo con un contrato adscrito a proyectos de investigación y después consiguió una beca de la Universidad de Vigo a la que renunció cuando le concedieron la FPU. De su salario actual le descuentan las cantidades ya recibidas de la institución olívica, por lo que todavía resulta más ínfimo.

"Las FPU son muy difíciles de conseguir porque además de tener un buen expediente y currículo, valoran tu proyecto de tesis y la trayectoria de tu director y del grupo de investigación al que perteneces", destaca sobre este programa de excelencia.

Arias trabaja en aplicaciones de la impresión 3D para obtener implantes óseos y dentales con propiedades mejoradas. Una investigación que podría trasladarse fácilmente a las rutinas médicas para mejorar la atención al paciente.

Mientras esperan una respuesta del próximo gobierno, los afectados continuarán con su campaña en las redes y en los medios para denunciar su precariedad y reclamar la subida de su salario: "Todavía no estamos jurídicamente organizados, pero la idea es constituirnos como plataforma o asociación para hacer valer nuestros derechos".

Arias recuerda que las peticiones de la CRUE, plasmadas en un documento que conocen todas las universidades, son incluso más "ambiciosas". Tras unas recientes jornadas en Pamplona, la comisión sectorial de I+D de la Conferencia de Rectores Españoles no solo pedía la homologación salarial de los beneficiarios con una beca FPU en las convocatorias de 2013 y 2014, sino también un año complementario.