La Navidad abarrotó ayer Príncipe y las calles más céntricas de la ciudad, repletas de familias que apuran sus compras para las fiestas. A pesar de la lluvia y el viento que se registró por la tarde, centenares de personas pasearon por la "milla dorada" de la ciudad cargadas de bolsas. El gran árbol de Navidad -con una altura de 27 metros y casi 100.000 bombillas led- instalado en Porta do Sol actúa además como uno de los principales reclamos. Como ya ocurrió el año pasado, cientos de personas se acercan a él para sacarse selfies.

El efecto de la Navidad se dejó sentir también en la hostelería del Casco Vello. Las cenas de empresa, familiares y entre amigos celebradas con motivo de las fiestas llenaron la noche del viernes y el sábado los bares y restaurantes de la zona histórica de la ciudad. El colectivo es optimista y confía en que la demanda se mantenga a lo largo de las próximas semanas, cuando todavía se celebra Nochebuena y fin de año y quedan por organizar numerosas cenas y comidas. A ello se sumaron este fin de semana los jóvenes que empiezan sus vacaciones.