La crisis demográfica en la que está inmersa el país también arroja su sombra sobre Vigo. El padrón municipal del Instituto Nacional de Estadística (INE) -que ayer publicó los datos oficiales correspondientes a enero de 2015- revela que desde 2012 la ciudad padece una pérdida ligera pero constante de población. Según el observatorio nacional, a principios de 2015 había empadronadas en el municipio 294.098 personas, 889 menos que en 2014 y 3.257 por debajo de hace tres años, cuando se superaron los 297.300 vecinos. La cifra es la más baja desde 2007, cuando el padrón del INE contabilizaba 294.772 habitantes.

La curva que dibujan los datos del observatorio muestra que la población de Vigo creció a buen ritmo y de forma casi ininterrumpida entre mediados de los 90 y 2012. A lo largo de la escasa década y media que va desde ese año y 1998 la urbe ganó cerca de 14.200 vecinos. Una de las claves que explica semejante "boom" es la oleada de inmigrantes. El estallido de la crisis y la destrucción de empleo -ya innegable en 2012- provocó sin embargo que muchas de esas familias retornaran a sus países de origen. Las estadísticas elaboradas por el Concello muestran cómo durante el último lustro Vigo perdió 1.921 residentes extranjeros. El pasado enero la cifra oficial de inmigrantes asentados en el municipio era de 15.884. Solo un año antes, en 2014, había registrados 631 más.

El padrón del INE no coincide con el del Concello. Las últimas estadísticas publicadas por el Consistorio olívico fijaban la población de la ciudad en 297.934 habitantes, mucho más cerca de la barrera psicológica de los 300.000. En cualquier caso, las tablas municipales dibujan la misma tendencia que las del observatorio nacional: una "sangría" constante y sostenida de ciudadanos desde hace tres años. Los datos que divulgó el Concello en junio muestran que entre 2014 y 2015 el municipio perdió 240 residentes. Si se comparan la cifra de enero de 2015 (297.934) con la de 2012 (299.271), la pérdida se agrava hasta las 1.337 personas.

La tendencia de Vigo no es una excepción. Las grades urbes de Galicia también sucumben a la crisis demográfica y ven su padrón reducido. Según el INE A Coruña perdió 940 vecinos hasta quedarse en 243.870, con lo que Vigo mantiene su ventaja de cerca de 50.000 empadronados más. En el caso de la capital de la provincia, Pontevedra, la caída entre 2014 y 2015 fue del 0,5%, lo que deja su población actual en 82.539 personas. En Ourense el desplome fue más pronunciado, del 0,63%, y su población a inicios de 2015 se quedaba en 106.231 vecinos. Durante ese mismo período Santiago perdió 188 ciudadanos, hasta situarse en 95.612.

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