La falta de algo tan básico y habitual en un edificio como un ascensor condiciona por completo la vida de sus inquilinos. Sobre todo a aquellos de mayor edad o con problemas de movilidad, la carencia de un elevador que les facilitase salir al exterior para dar un paseo frentre al portal les ha hecho sentirse aislados, desconectados de la calle, de la ciudad. Por eso la instalación de este mecanismo se convierte en todo un acontecimiento en la Avenida Castelao, en Coia, una de las zonas de Vigo con mayor concentración de inmuebles sin ascensor (y también sin garajes). Los números 36 y 40 de esta avenida son los dos últimos en estrenar un servicio que como afirman los presidentes de las comunidades de propietarios, "nos ha cambiado la vida".
Con el "agradecimiento eterno" a la Asociación O Torreiro -impulsora del plan iniciado hace tres años con el objetivo de acabar con el "problema social" generado por la falta de ascensores en edificios de Coia construidos hace más de 40 años-, las 16 familias residentes en los números 36 y 40 admiten que estos días son "especiales" por la inauguración de lo que para ellos adquiere la categoría de innovación. "La gente sube y baja hasta para recoger la publicidad del buzón. Te cruzas con personas que antes ni salían de casa, y hasta tus parientes, con los que la mayoría de las veces quedabas en una cafetería, ahora te vienen a visitar", argumenta Heriberto García, presidente de la comunidad del 40. Su homóloga en el otro edificio, Mariluz García, destaca la "revalorización que ha supuesto para nuestros pisos, que se habían quedado obsoletos". "Sin olvidar, por supuesto, la comodidad, en especial para la gente mayor que apenas podía subir ni bajar escaleras", añade.
Estos elevadores llevan apenas una semana funcionando y presentan una peculiaridad respecto a los instalados en otros inmuebles del barrio. Disponen de una doble puerta, de manera que facilita las maniobras a la gente que, por ejemplo, utiliza para moverse silla de ruedas al entrar por una puerta y salir de frente por la otra directamente.
En estos edificios de cuatro plantas residen ocho familias en cada uno. La colocación de los ascensores, contratada a Orona, se ejecutó en ambos inmuebles al mismo tiempo. "Supone un desembolso importante, de unos 9.000 euros por cada piso, pero es poco en comparación con la calidad de vida que ganas", sostiene Heriberto García. Frente a esta ventaja tampoco les ha costado ningún disgusto sacrificar 1,50 metros del salón de su vivienda para habilitar el hueco del ascensor. Pura Cardero vive con su madre, Gabriela Valiente, de 100 años, en un segundo piso. "Si ni se nota y hasta queda bonito", comenta entusiasmada la hija de la abuela de Coia mientras ésta asiente pero sin perder de vista la televisión, ahora recolocada sobre la pared que oculta el ascensor.
El plan concebido para 74 inmuebles ya da servicio a 20
- No solo en Coia hay vecinos que padecen dificultades de movilidad por falta de un ascensor en su edificio. Aunque en menor número, el censo del Concello localiza inmuebles sin este servicio en distintos puntos de la ciudad, algunos céntricos como López Mora, María Berdiales o Ecuador.Marco Antonio Iñarrúa es el presidente de la Asociación O Torreiro que desde 2013 impulsa la instalación de ascensores en Coia. "Nosotros sólo animamos, los promotores, los verdaderos protagonistas de esta transformación son los propietarios", matiza. En cualquier caso no hay vecino que olvide el papel crucial desempeñado por O Torreiro. "Negociando con la empresa instaladora, con los permisos municipales, convenciendo a todos... Es de justicia reconocerlo y agradecerlo", subraya Mariluz García, presidenta de la comunidad del número 36 que junto al 40 de la Avenida Castelao suman 20 los inmuebles con ascensor tras la intervención de O Torreiro.Esta asociación espera que el elevador estrenado por estos dos últimos edificios tenga "un efecto multiplicador" para conseguir colocarlo en los 74 inmuebles en total que figuran en su plan. Para lograrlo, Iñarrúa apela al apoyo de las administraciones. Al Concello le agradece la "agilidad" en la tramitación urbanística y la desgravación del impuesto de construcciones, en cambio echa falta en el presupuesto recién aprobado alguna ayuda específica para paliar este problema de accesibilidad. También demanda una subvención similar a la Xunta, y de hecho, confía en que acepten su solicitud, "porque hasta ahora no hemos recibido más que palabras".
