Marxistas y comunistas propondrán en el Parlamento portugués poner fin de los peajes en la autopista A-22, que conecta la región lusa del Algarve con la comunidad autónoma española de Andalucía y que, al igual que la A-28, que une Caminha con Oporto y que utilizan miles de viajeros gallegos en sus desplazamientos, fue hecha de pago con los polémicos peajes electrónicos en 2010.

El Bloque de Izquierda (hermanado con Podemos y Syriza en la UE) presentó ayer en el hemiciclo un proyecto de ley para reconvertir de nuevo la A-22 en gratuita y el Partido Comunista tiene previsto presentar también esta semana "proyectos de recomendación" para terminar con los peajes tanto en la A-22 como en la A23 -en el centro del país- y la A24 -entre la zona norte y Galicia-. Probablemente también se incluirá la A-28, Caminha-Oporto.

El diputado del Bloque Joao Vasconcelos explicó en declaraciones a la emisora de radio "Renascença" que la conversión de estas autovías en autopistas implicó un desvío de una gran parte del tráfico a otras carreteras secundarias en las que se ha registrado un notable aumento de accidentes. "Vamos a llegar a final de año con cerca de 10.000 accidentes en el Algarve, es insoportable. No podemos resistir mucho más tiempo esta tragedia", subrayó el parlamentario.

Para acabar con los peajes será necesario el apoyo en la Cámara del Partido Socialista, cuya postura oficial se desconoce de momento. Los socialistas lusos llegaron al Gobierno tras las elecciones del pasado 4 de octubre gracias al respaldo de las fuerzas de izquierda.