Sus responsabilidades como gerente de Urbanismo entre 1999 y 2007 convierten al arquitecto Xavier Rivas en "padre" del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM). Esta semana Rivas se reconocía "de luto" tras conocer la sentencia del Tribunal Supremo que anula el plan -aprobado en 2008- y que sume a la construcción en una grave inseguridad urbanística. Todavía digiriendo la mala noticia, el experto llama a la reflexión y a actuar "con sentido común". "No tiene que quedarse todo parado. Evidentemente los plazos van a ser otros, pero ahora hace falta pararse un momento para ver cómo se resuelve esto", zanja.
-¿Por qué "receta" apuesta Usted para solucionar el problema?
-Yo veo que podemos estar ante dos escenarios, los dos posibles. Uno sería que el Concello decida replantearse el modelo urbanístico que se armó a partir del plan de 2008; caso en el que habría que rehacer el plan desde el principio, sentar sus bases y formularlo exnovo. Si lo que se persigue, sin embargo, y entiendo que en estos momentos podría ser realmente lo urgente, es recuperar cuanto antes la situación de normalidad, mi apuesta personal sería por tratar de restaurar en términos de legalidad el plan, reparando y rehaciendo su tramitación, pero a partir de las bases ya conocidas.
-¿Qué ventajas tendría?
-El trabajo en esencia ya está hecho, con lo que los plazos se acortarían mucho. Con la ventaja además de que el trabajo de desarrollo de ámbitos de planeamiento que en este momento se está llevando a cabo no tendría que perderse. Si por prudencia se espera a disponer de una nueva aprobación inicial del plan, en ese momento se podría retomar el trabajo y la tramitación de todo lo que está en marcha, sabiendo que en el planeamiento va a mantener su plena vigencia y se puede continuar con la tramitación de todo esto con la única limitación de que la aprobación definitiva se tendría que demorar a la aprobación del plan.
-Pero entre 2008 y 2016 han pasado muchas cosas. ¿No ha variado el marco normativo? ¿Habría que aplicar modificaciones?
-El marco normativo ha cambiado, pero no en los elementos sustantivos. Hay algún ajuste y revisiones que hacer, pero no son sustanciales ni alterarían los elementos que ya fueron fiscalizados. Para mí lo importante sería poder dirigirnos a las administraciones que intervienen en un proceso tan complejo diciéndoles: 'Oigan, esto que les remito es idéntico en sus contenidos a lo que ya han informado en tal fecha y con este pronunciamiento'.
-Esta semana apuntaba que rehacer la tramitación del plan de 2008 llevaría al menos dos años.
-Pero tomémoslo también con prudencia. Yo creo, con toda seguridad, que resuelto de esta forma sería la opción más rápida para restablecer un documento jurídicamente seguro para la ordenación.
-¿Y si se partiese de cero?
-Establecer un modelo urbanístico para una ciudad como Vigo exige alcanzar un acuerdo social amplio y ese es un trabajo de tiempo. Por la experiencia que tenemos de casos anteriores, en ningún caso estaríamos en escenarios de menos de seis o siete años.
-El PXOM de 2008 ha sufrido 15 modificaciones puntuales posteriores. ¿Qué ocurriría con ellas?
-Esas modificaciones, que han tenido su tramitación -por cierto, todas ellas con la evaluación ambiental estratégica- son hoy Plan Xeral. El Plan Xeral que ha dejado de regir el urbanismo vigués estos días integraba ya esas modificaciones, por eso digo que el documento tendría que ser el documento aprobado en 2008, con la aprobación incluida, los elementos de las correcciones de la aprobación de 2009, las modificaciones que se han aprobado y habría que incorporar también las subsanaciones derivadas de las sentencias que afectan a la calificación de parcelas concretas. Todo eso tendría que ser subsanado ya en el propio documento, pero el documento en lo sustantivo, en lo formal, es el mismo.
-Pero de esas 15 modificaciones, no todas están aprobadas.
-Dependerá de en qué situación se encuentre cada una de ellas para ver sus condiciones de incorporación o no. Lo que yo trataría de evitar es que, en esta situación, aprovechemos para introducir cambios en el documento, porque si esos cambios modifican sustancialmente las condiciones en las que el plan fue tramitado e informado por las decenas de organismos que intervienen, ya te obligas a una nueva revisión en la que pueden aparecer contradicciones o problemas que obliguen a enmendar el documento.
-Ahora se está aplicando el Plan Xeral de 1993. ¿Considera una opción intentar actualizarlo?
-No, ni ir a una modificación puntual del plan del 93. La tramitación de una modificación puntual tiene exactamente el mismo procedimiento que la tramitación de un Plan Xeral, con el problema de que una modificación del plan del 93, que está totalmente desadaptado del marco normativo actual, difícilmente podría tener un alcance limitado.
