Cuando el 22 de septiembre se estrenaron los quirófanos del Álvaro Cunqueiro, el equipo directivo del Chuvi contaba con que estuvieran todos operativos a principios del mes de octubre. Sin embargo, hoy, aún no lo están. Además, los problemas de esterilización y de coordinación impide sacar el máximo partido a los abiertos. Así, en los dos meses de actividad, se han operado a 1.142 pacientes programados -a parte, los urgentes y cesáreas- y se han suspendido 164 intervenciones, según las cifras que ayer se ofrecieron en la reunión convocada por el comité asistencial y que reunió a unos 40 médicos. Es decir, más de una de cada diez cirugías previstas en el nuevo hospital, se aplazan. El Sergas no confirma estos datos, pero tampoco los desmiente. Horas antes, en el Parlamento, Alberto Núñez Feijóo, elevaba a 1.700 las operaciones, sin especificar si se incluyen urgentes y obstétricas.

El otorrinolaringólogo Jesús Araújo explicó que 64 de esas 164 suspensiones son atribuibles a problemas de limpieza del material quirúrgico y que "la mayoría" afectaron a pacientes oncológicos. Lo que le llevó a concluir que "no se debe construir un hospital" sin unidad de

El nuevo hospital dispone de 20 quirófanos para cirugía programada, dos de urgencias y dos para cesáreas -obstétricos-. El gerente, Félix Rubial, explicó la semana pasada que el Chuvi tiene el mismo número de quirófanos funcionantes que antes del traslado. Es decir, que el Cunqueiro aún mantiene cinco cerrados. Admitió "obstáculos en el área quirúrgica relacionados con la puesta en marcha de algo tan complejo como es un quirófano y, especialmente, por las dificultades en la esterilización". Justificó que estos últimos no se resolverán del todo hasta que no se renueve la tecnología con la nueva central de esterilización en el Meixoeiro, que prevé para el mes de febrero.

Ante esta situación, el temor es que se dispare la lista de espera quirúrgica. Rubial defiende que no será así. Entiende que al cierre de 2015, el impacto en la demora media será "mínimo o ninguno", con respecto a diciembre de 2014, que estaba en 95 días. Pero es un promedio. El Cunqueiro concentra las ahora cirugías complejas y el Meixoeiro, las ambulatorias y de corta estancia. Los quirófanos del primero, por ahora, tienen menor rendimiento, y los del segundo, según el Sergas, mantienen uno muy alto. Por ello, es previsible que sea en las intervenciones complejas -que no prioritarias- donde aumente la espera.