Decenas de funcionarios judiciales se unieron ayer al primer acto de protesta convocado para este diciembre con el objetivo de exigir más médios para el Juzgado de Violencia sobre la Mujer y los dos de Familia. Fue una concentración ante la sala de malos tratos. Una de las peticiones que pusieron sobre la mesa fue la de reconvertir la sala de preferentes que cerrará a finales de este mes en un juzgado de refuerzo para Familia: a día de hoy los tribunales especializados en divorcios y separaciones cuentan con una juez y dos funcionarios de apoyo, lo que el personal ve "insuficiente". Lo que ellos demandan es que el refuerzo permita crear de facto un tercer juzgado, con reparto propio, lo que sería posible, señalan, si los tres funcionarios de preferentes se unen al equipo de apoyo que ya tienen asignado. "Es una solución factible y no generaría un coste nuevo para la Administración", afirmó una trabajadora, que precisó que esta reivindicación se acordó de forma unánime en una reciente asamblea.

La próxima semana habrá otra concentración, mientras que los días 14, 16, 18, 21 y 23 de diciembre los funcionarios del Juzgado de Violencia sobre la Mujer harán paros de tres horas por jornada. Familia finalmente no hará estos paros al entender que la situación en la sala de violencia de género, para la que se reclama un juez de refuerzo y medidas para los funcionarios, "es más urgente". En la movilización de ayer, convocada por Alternativas na Xustiza, participó Rosa Fontaíña, de la Rede de Mulleres Veciñais contra os Malos Tratos.

Una funcionaria de Familia y otra de Violencia expusieron la situación. La primera afirmó sobre los tribunales de divorcios que tienen un módulo de trabajo por encima del 178% del límite establecido. Uno de los dos juzgados suma ya este año 1.586 asuntos.