La sentencia del Supremo afecta a todas las grandes urbanizaciones recogidas en el Plan Xeral, muchas de ellas estratégicas, tanto residenciales como comerciales, industriales, deportivas o judiciales.

Es el caso de las ampliaciones del polígono de Balaídos, fundamental para cubrir las necesidades de crecimiento de PSA-Citroën; y del Parque Tecnológico, también promovida por Zona Franca al igual que la anterior. Entre las actuaciones residenciales destacan todos los grandes ámbitos del centro como Barrio do Cura, -pendiente de resolver los problemas de financiación pero con plan especial aprobado-, Praza de España, Beiramar, Ofimático o A Seara. El pleno aprobó ayer mismo inicialmente la modificación puntual del Plan Xeral para ajustar esta última urbanización a varias sentencias que obligaron a excluir varias viviendas afectadas.

En la costa hay varios desarrollos residenciales en trámite en Samil con cientos de viviendas proyectadas y nuevas instalaciones hoteleras. Su desarrollo permitiría transformar además el frente de la playa, ampliando el paseo y retrasando la avenida de Samil. También en Cabo Estai particulares con propiedades en grandes ámbitos se aliaron para poner en marcha áreas residenciales ahora comprometidas por la sentencia.

En el ámbito comercial el proyecto más ambicioso es el de Porto Cabral, el centro diseñado en el ámbito de Liñeiriños por el grupo Eurofund, que prevé invertir en la iniciativa empresarial 500 millones de euros.

La ciudad deportiva o el parque industrial de Matamá-Valladares son otras actuaciones que quedan sin cobertura urbanística al anularse el Plan Xeral vigente. Igualmente ocurre con el entorno de la estación del AVE en Urzáiz y el ámbito de Chouzo, donde está proyectada la Ciudad de la Justicia, largamente esperada y que parecía haber resuelto definitivamente sus escollos tras expropiar el Concello los terrenos y estar a punto de entregárselos a la Xunta para que licite las obras. Estas están presupuestadas en más de 20 millones.