La matrícula en Ingeniería Industrial ha crecido un 9% desde la implantación de los grados en 2010/11, mientras la entrada de nuevos alumnos en el conjunto de las universidades españolas ha caído un 7% durante el mismo periodo. La escuela cuenta este curso con un total de 601 inscritos en los seis títulos que imparte, lo que supone la mejor cifra de entrada desde que los planes de estudio se adaptaron al sistema de Bolonia.

La ocupación supera el número de plazas ofertadas en todos los grados, lo que supone un 17% más de alumnos en las aulas respecto al pasado curso. Excepto el de Ingeniería Eléctrica, todos cerraron su inscripción en los primeros plazos tras la selectividad de junio.

Los responsables del centro atribuyen la creciente demanda de las titulaciones al hecho de que el primer año es común para los seis grados, de forma que los alumnos pueden cambiar de especialidad convalidando todas las asignaturas que hayan superado.

"Estamos muy satisfechos con las cifras de matrícula. Industriales se mantiene como una de las carreras con mayor salida laboral en España y creemos que la clave también está es esta oferta. Cualquier alumno que tenga la vocación de estudiar ingeniería tiene la opción de cambiar de rama si la que eligió no le convence. Y tienen la seguridad y la tranquilidad de que van a convalidar todas las asignaturas, lo que no sucede en todas las universidades porque hay diferencias entre los planes", destaca el director del centro, Juan Pou.

Las cifras de matrícula también refrendan la fusión de las dos escuelas -técnica y superior- en una sola. "Los alumnos nuevos están mezclados en diferentes grupos de las dos sedes. Si no nos hubiésemos unido estaríamos compitiendo por los mismos estudiantes. Las sinergias funcionan aunque a veces necesitaríamos más apoyo del que recibimos", demanda.

En el plan estratégico del centro también ocupa un lugar destacado la enseñanza bilingüe, que se estrenó en el curso 2013/14. El número de inscritos este año es de 230 alumnos, muy similar al registrado en 2014 porque el centro ha tenido que reducir el número de asignaturas en inglés -21 materias- para ajustarse a las nuevas normas de planificación docente de la Universidad.

"Nos hemos tenido que ajustar a la baja, pero el próximo curso esperamos relanzar la oferta de materias porque demanda sí que hay y estamos convencidos de que es un acierto. La ruta bilingüe no está pensada para los estudiantes que quieren trabajar en el extranjero, sino que el inglés ya es necesario para los titulados que van a emplearse en empresas de Vigo y de Galicia. El otro día me lo decía un empresario. Necesitaba un ingeniero con un nivel C1 para trabajar", apunta Pou.

Este curso ha sido además el de la inmersión en la ruta bilingüe del máster en Ingeniería Industrial, el que concede las atribuciones profesionales que exige la ley para poder ejercer como ingeniero en nuestro país. Tiene dos cursos de duración, arrancó en 2014 y cuenta con 77 alumnos inscritos en 1º y 2º que reciben clases en español e inglés.

La escuela ha incrementado también el número de plazas para realizar prácticas en empresas e instituciones un 30%, con un total de 134 ofertas que cubren toda la demanda de los alumnos de 4º de los seis grados. La gestión se realiza a través de una plataforma informática en la que los estudiantes seleccionan un máximo de 6 puestos y, a continuación, las empresas eligen a los mejores candidatos.