De 52 metros de eslora y 32 de manga máxima, no es un barco pero flota y por ello se posiciona a la misma altura de la rampa de los buques permitiéndoles cargar o descargar con cualquier nivel de marea. La rampa móvil Ro-Ro que botó ayer el astillero Vulcano "mejorará las prestaciones para empresas frigoríficas y de pesca, ya que solventará el problema que hasta el momento tenían cuando la marea no permitía la descarga de los semirremolques. Para nosotros es una pieza fundamental de la autopista del mar", argumentó el presidente de Suardiaz, Juan Riva, en el acto de la botadura al que no pudo asistir finalmente la ministra Ana Pastor.

Después de que la gigantesca estructura se deslizase por los raíles hacia el mar, el director general del astillero, José Domínguez, explicó que a mediados de diciembre quedará instalada en la terminal de Bouzas. Adjudicada en 2,4 millones a Comsa, esta compañía contrató el pasado marzo la construcción de la rampa móvil a Vulcano, que a partir de ahora centra sus planes de futuro en el ferry inacabado en Astilleros de Sevilla. Domínguez confía en recibir "noticias pronto" para poner en vigor el contrato que será "sin duda, el despegue de Vulcano", enfatizó.