La Autoridad Portuaria ya tiene decidido el uso de uno de los espacios que permanecen lóbregos en la nave de El Tinglado desde que una paralización judicial dejó a medio hacer su transformación en segunda terminal de cruceros y zona de restauración y de ocio. Su presidente, Enrique López Veiga, reveló ayer que uno de estos locales se cederá a la Guardia Civil, cuya sede portuaria ofrecen unas condiciones "indecentes" , manifestó al término del Consejo de Administración.

Conocidas como las naves de la Fruta, el proyecto de reforma de estos 5.000 m2 quedó inconcluso por orden judicial después de que el Concello denunciase la obra por incumplir el Plan Especial del Puerto, que reserva para esta zona un uso estrictamente portuario. Pero lo ejecutado bastó para dotarla de unas instalaciones pensadas para la recepción de cruceristas que siguen desde entonces cerradas a cal y canto.Estas abarcan la parte central de la edificación; el resto se distribuyen en dos locales, algunos con terrazas con vistas al mar, de hasta 2.000 m2 de superficie cada uno.

En uno de estos piensa el nuevo presidente del Puerto como el idóneo para la sede de la Benemérita, cuerpo por el que siente "un especial cariño". Sentimientos al margen,considera "una mala imagen que la Guardia Civil esté hacinada, sufriendo humedades; aquello es un sitio indecente", recalcó. La dimensión que necesitarían los agentes en El Tinglado rondaría los 700 m2. "Su sede estaría orientada hacia los muelles comerciales", precisó Veiga, quien también valora ubicar aquí a la Policía Portuaria, si bien para este colectivo barajan otros emplazamientos.

Sobre otro de los proyectos inconclusos heredados de la anterior presidencia, el de Portocultura, en las viejas naves de rederos de O Berbés, el presidente reconoce "problemas" para definir sus usos, "pero se desatascarán", adelantó. En cualquier caso, su objetivo es mantener para el inmueble un "uso mixto, puerto-ciudad".

Las mercancías crecen un 6,3%

Respecto a temas tratados en el Consejo de Administración, Veiga destacó en primer lugar el balance de actividad hasta octubre. El tráfico de mercancías creció un 6,3% respecto al mismo periodo del año anterior, y entre las principales mercancías que aumentan, además de las vinculadas a la autopista del mar, la de productos químicos (un 75,2% más), conservas (29,9%) y la maquinaria (7,8%).

El consejo portuario también aprobó dar seis meses más a Frigalsa para que acabe las obras en la antigua nave de Freiremar en Beiramar. Sobre las concesiones sin uso en esta zona, se aceptó la renuncia del administrador concursal de Frigoríficos Berbés, paso previo a sacar a concurso este espacio, como ahora se hará con la nave que deja libre Pescapuerta.