El Concello no es ajeno a la problemática de las calles empedradas. De hecho, lleva varios años eliminando los adoquines de todos aquellas en las que ha acometido obras de humanización. Entre las más recientes destacan las actuaciones en los céntricos viales de María Berdiales, Doctor Cadaval o Manuel Núñez, donde se han suprimido los adoquines. Y es que este material no solo perjudica a los vecinos por el ruido y las vibraciones que provoca el paso de vehículos, sino que obliga al Ayuntamiento a realizar inversiones millonarias para repararlo.

Esta sentencia en García Olloqui marca un precedente y podría obligar al Concello a acelerar la reforma de otros viales de la ciudad en caso de nuevas demandas vecinales. Y es que no solo en el entorno de la Alameda hay multitud de calles adoquinadas que fueron reformadas durante el mandato del PP con motivo de la celebración en Vigo de la Volvo Ocean Race en 2005 (Plaza de Compostela, Carral, Marqués de Valladares, Reconquista, Velázquez Moreno o Luis Taboada), también hay otras en otros puntos de la ciudad como Atalaia, Amor Ruibal, López de Neira, Marqués de Alcedo, Churruca, Rogelio Abalde o Victoria.