La Fiscalía de Menores de Pontevedra constata un incremento a lo largo de los últimos años de los casos de violencia intrafamiliar en la provincia, concretamente de los episodios de adolescentes o niños que presentan conductas violentas hacia sus progenitores. La fiscal coordinadora de este servicio en Pontevedra, Encarnación Bullón, explicó ayer que las estadísticas de la Fiscalía General del Estado así lo indican, con un incremento de un 14% (se registraron 191 casos en Galicia en 2014). Según los datos que maneja el Ministerio Público en Pontevedra, el incremento de 2014 volverá a repetirse en el presente ejercicio, a punto de finalizar.

Bullón abordó la problemática de la violencia intrafamiliar ayer durante una conferencia organizada por el Rotary Cluben Pontevedra. A la hora de intentar desentrañar las causas hace referencia a múltiples factores. Desde "procesos educativos deficientes" a "una sociedad más permisiva" y "padres que se han excedido en la democratización" de las relaciones intrafamiliares. "Ahora los padres no imponen límites ni normas a los niños", explicaba Bullón antes de impartir esta conferencia.

La coordinadora de la Fiscalía de Menores de Pontevedra señala que hay que buscar también otras causas como pueden ser factores genéticos o de naturaleza psicopática. "Hay niños que tienen problemas para sentir las emociones morales, les cuesta sentir compasión, empatía, amor, responsabilidad...", explica Bullón. "Todo esto, unido a esta mayor permisividad de la sociedad, provoca que los menores que padecen estos problemas con los sentimientos morales tengan más incentivos para reaccionar de forma violenta", añadió.

Hay episodios en los que también se suman otros factores como pueden ser consumos de drogas: "La edad a la que los chicos comienzan a beber alcohol ha bajado y esto lleva a otros tóxicos lo que provoca que los menores se controlen menos". Por último, hay que tener en cuenta la aparición de jóvenes que presentan trastornos de comportamiento y conductas disociales.

Aunque existen recursos para abordar la problemática que padecen estos adolescentes, Encarnación Bullón, echa en falta algunas mejoras que considera "fundamentales" como el hecho de que las unidades de salud mental infanto-juveniles no dispongan de grupos especializados de asistencia según la edad: "No es lo mismo la problemática que puede tener un chico de 14 o 15 años que un niño de 6 años", reflexionaba ayer. También lamenta que en Galicia no existan centros especializados para poder insertar a estos jóvenes problemáticos en grupos de convivencia para así poder trabajar en su reinserción. Hasta el momento, los centros que existen son para menores en programas de protección y no de reforma.