Lo habían advertido. Tras reunirse con el nuevo conselleiro, daban un voto de confianza a la Administración para la resolución de las deficiencias del Álvaro Cunqueiro. Pero este venía con fecha de caducidad. Superado el plazo y sin que sus demandas hayan sido atendidas, los jefes de servicio del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo en bloque se levantan contra el equipo directivo. En un comunicado, respaldado por 28 mandos médicos intermedios de un total de casi 40, exponen que han perdido la "confianza" en la Dirección ante "la falta de soluciones efectivas" a los problemas del nuevo hospital.

Los jefes muestran su disconformidad con la gestión de la Dirección sin exigir ceses o dimisiones en concreto. Sin embargo se dirigen a la Consellería de Sanidade para reclamar la "inmediata" puesta en marcha de "las medidas necesarias" para solventar los problemas a los que, reprochan, el equipo directivo no ha dado solución. Asimismo, exigen decisiones encaminadas a "cumplir con los compromisos adquiridos de mejora asistencial" en el área.

El texto, entregado a la Gerencia del área sanitaria ya en la mañana de ayer, está emitido por el Foro de jefes de servicio, una organización, que se creó en 2012 para buscar soluciones a los déficits del área sanitaria, aglutina a la mayoría de los responsables médicos de los hospitales públicos vigueses con esta categoría. En el comunicado de ayer, recuerda que "ha colaborado en todo momento con el máximo compromiso en el intento de resolver los problemas surgidos tras la puesta en marcha del Álvaro Cunqueiro".

En la reunión que el 9 de octubre mantuvieron con el nuevo titular de Sanidade, Jesús Vázquez Almuíña, los jefes de servicio le comunicaron que habían detectado tanto problemas organizativos, como estructurales y de déficits de mobiliario y material. Para resolver los primeros entendían que solo se requiere voluntad. Para los segundos, reclamaban una partida presupuestaria. Propusieron crear un comité técnico para priorizar las necesidades y consensuar las medidas. Esta se constituyó. De hecho, el conselleiro participó en su primera sesión, el pasado 26 de octubre. Lo componen 12 jefes de servicio -en representación del foro- y miembros del equipo directivo. Sin embargo, fuentes próximas lamentan que esta no ha funcionado con el ritmo esperado y, transcurridas tres semanas, no se ha consolidado ninguno de los temas abordados en ella. Esto es lo que les ha llevado a perder la confianza en la capacidad de la Dirección para solucionar los problemas y reclaman medidas de un estamento superior, la Consellería.

Los 24 jefes presentes en la reunión celebrada ayer y otros cuatro consultados con posteridad aprobaron por unanimidad este duro pronunciamiento, del que no existen precedentes en el área.

El posicionamiento público de los jefes de servicio se produce tras un goteo de dimisiones. Reconocidas por la Gerencia del área sanitaria, se sucedieron la del histórico supervisor del servicio de Urgencias José Antonio Rey González y la del coordinador del servicio de Medicina Interna, el doctor Alberto Rivera. Aunque el Sergas niega que "a día de hoy" se hayan hecho efectivas sus dimisiones, también han comunicado su renuncia al cargo y su petición de relevo tanto el director como el subdirector de Procesos sin Ingreso y Urgencias, los doctores Javier Caramés Casal y Juan Lázaro Anguís.

El conselleiro de Sanidade, en declaraciones a Radio Galega, en la mañana ayer, admitió "problemas", aplaudió que "desde los jefes de servicio hasta las supervisoras" tienen "mucha ilusión" puesta en el "proyecto" y quieren superar las "dificultades", al tiempo que criticó que "siempre" hay gente alrededor que "no comparte esa idea". Admitió "problemas", pero defendió que se están "resolviendo". Pedía "paciencia" a los profesionales. Los jefes de servicio han sido claros: la paciencia se está agotando.