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Hortensia González: "En Navidad hay más solidaridad pero también mayor necesidad"

Un grupo de voluntarias organizan este sábado una cena para recaudar fondos que permitan a la asociación seguir ofreciendo bolsas de comida

Hortensia González. // Marta G.Brea

Cada quince días, la calle Pastora se convierte en la más transitada de Vigo. No hay ningún concierto, ni nadie famoso esperando en la puerta, sino familias en busca de alimentos, en muchos casos, lo único que pueden llevarse a la boca. La ONG AFAN lleva años ofreciendo bolsas de comida a los vigueses más necesitados. Desde 2013, el número de demandantes se ha duplicado, mientras que el presupuesto de la asociación se mantiene intacto, llegando a una situación crítica que hizo replantear a su presidenta, Hortensia González, en más de una ocasión su continuidad.

-Se dice que aumenta el consumo, que la situación económica va mejorando... ¿comparten esta afirmación?

-Para nada. La tesitura en la que nos encontramos es la misma que en años anteriores. En 2013 tuvimos un aumento importante de demandantes, este año y el anterior se ha mantenido, pero se trata de 500 familias. Cierto es que algunas han encontrado trabajo y por suerte ya no necesitaron volver, pero desgraciadamente aparecieron otras. Esto nunca se termina.

- Reciben ayudas de organismos oficiales, instituciones privadas y donaciones, ¿son suficientes?

-Nunca es suficiente. Si el año pasado pudimos continuar fue gracias a los 20.000 euros que nos dio La Caixa en el último momento, sino no sé que habría sido de nosotros y de tantas familias. También recibimos 55.000 euros del Concello, pero lo que de verdad nos da la vida son las donaciones y actos benéficos que celebran los voluntarios.

-Uno de estos actos, en este caso una cena benéfica, tiene lugar pasado mañana. ¿En ella depositan sus esperanzas para ofrecer comida en Navidad?

-Totalmente. Esta cena no la organizamos desde AFAN, sino que un grupo de voluntarias son las que la celebran y destinan todo lo recaudado a nuestra ONG. Se trata de una ayuda grandísima, no podemos estar más agradecidos con ellas. Por Navidad intentamos ofrecer algo diferente, uno no solo puede alimentarse de arroz o garbanzos. Queremos ofrecer a las familias pollo, turrón y hacerles olvidar aunque sea por unos días lo mal que lo están pasando y que disfruten de una cena en condiciones. Llevan cinco años organizando este evento y de verdad que no podemos estarles más agradecidos.

-Las donaciones son básicas para la subsistencia de esta ONG, ¿se nota mayor solidaridad en estas fechas?

-Es cierto que la gente se vuelve más solidaria y caritativa en Navidad, pero también es verdad que cuesta más hacer las bolsas al intentar que tengan alimentos de mayor calidad. Esta bolsa navideña la entregaremos el 22 de diciembre, para que las familias sepan con lo que cuentan en Nochevieja y Nochebuena. La situación refleja el dicho de la pescadilla que se muerde la cola, aumenta la solidaridad pero también la necesidad. Ahora por ejemplo los jueves, damos también las meriendas a los niños y adolescentes. Quizá éste sea el colectivo que más pena me da. A los niños se les puede engañar bien, pero a los más mayores es muy complicado. Saben bien lo que hay y sufren mucho por ellos y por sus familias.

-El perfil de los demandantes de bolsas de alimentos ha variado en los últimos años.

-Sí cambió, sí. Igual cuando empezamos había mucho más extranjero y personas sin cargas familias. Ahora te encuentras de todo, desde familias con hijos, jovencitas que no tienen ni para pagar el piso, hombres adultos que han perdido hace poco su trabajo... Son miles de casos diferentes pero similares circunstancias. Hay que tener mucha sensibilidad.

-Además de ofrecer alimento, desde AFAN también se ayuda al pago de recibos o incluso alquileres en situaciones muy dramáticas.

-Muchísimo, muchísimo. En gran cantidad de ocasiones he tenido que hacer frente personalmente al pago de los recibos del agua, luz o alquiler de muchas familias. Preferimos no entregarles el dinero personalmente, no por no fiarnos, pero con recibo en mano y habiendo estado varios meses sin poder hacer frente a esos gastos, nosotros les ayudamos.

-Preparar cada dos semanas más de 500 bolsas de alimentos es muy costoso y laborioso, ¿cuánta gente trabaja o colabora actualmente con la asociación?

-En total somos tres. Por las mañana contamos con cuatro o cinco personas más, pero de normal solo tres. Se trata de un trabajo muy complicado: ordenar todos los alimentos que nos entregan, preparar cada una de las bolsas lleva su tiempo, y luego, que en el momento del reparto hay que tener en cuenta los miembros de la familia, si hay niños o no.... Es duro, sí, pero compensa.

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