Hay más de 40 especies de lamprea y la gallega, Petromyzon marinus, es probablemente la de mayor tamaño. Los investigadores vigueses realizan sus estudios a lo largo de todo su ciclo vital, desde sus etapas iniciales hasta que son peces adultos.

El grupo cuenta con permiso de la Xunta para poder recoger larvas en el lecho de los ríos. Durante esta etapa, carecen de ojos externos y pasan la mayor parte del tiempo enterradas. Al cabo de varios años, alcanzan su fase metamórfica, durante la que desarrollan su característica boca en forma de ventosa. Estos ejemplares llegan al campus gracias a la colaboración de la estación de captura de A Freixa, en Ponteareas.

"Cuando queremos hacer fecundación en nuestro laboratorio con ejemplares ya maduros sexualmente los guardas nos llaman cuando detectan un nido y traemos a la hembra para desovar", explica Pombal.