Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Una lacra social que no mengua

En la primera línea de batalla

Profesionales del ámbito judicial, policial y social reflexionan sobre la violencia machista y ven clave la educación para erradicarla

Conforman la primera línea de profesionales que trabajan en el ámbito de la violencia de género. Juez, fiscal, funcionarios judiciales, policías, forenses, psicólogos, trabajadores sociales, abogados... Todos ellos, desde su ámbito, conocen de forma directa la problemática y ven con preocupación los últimos casos graves que se han producido en la ciudad olívica. La mayoría ponen el acento en la necesidad de más medios. Repiten además, sin excepción, una palabra que recoge la clave para caminar hacia la erradicación de esta lacra: educación. Y no se olvidan de un tercer factor, el de incidir en la importancia de que la víctima denuncie el maltrato. "Si no lo hace, toda la cadena existente no funciona", dicen varios expertos, que creen fundamental que, a la hora de dar este paso, la mujer se sienta "preparada" para ello. "Que sea ella la que tome la decisión, y que sepa que si lo hace, y pese a que se necesitan muchos más medios, hay muchos profesionales que van a hacer todo lo que esté en su mano para que salga de esa situación", resumen.

Magistrada, secretaria y funcionarios del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo saben lo que son las jornadas maratonianas, muchas veces desbordados por los casos que tramitan. Con ellos trabaja mano a mano Alberto Valle Pavón, el fiscal vigués especializado en la materia. ¿Qué nexo común ha observado en los casos graves que llegan al tribunal? "Hay que ir a la particularidad de cada uno, pero se aprecia una especial obsesión de los denunciados con las víctimas; acoso, persecución y voluntad de posesión, eso de que 'si no eres para mí, no eres para nadie", afirma el fiscal, que hace hincapié en los hijos menores de las perjudicadas, "víctimas directas o indirectas" de estos dramas. Y que anima sin ambages a las perjudicadas a denunciar: "Que rompan ese ciclo, que sepan que no valen menos que nadie y que el maltrato es intolerable; hay órdenes de protección, hay condenas y se puede salir de esa situación y comenzar una nueva vida", afirma con contundencia.

La sede viguesa del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga), con sus médicos forenses, psicólogos y trabajadores sociales, realiza, según cada caso, informes de lesiones, de daño psíquico y cada vez más valoraciones integrales en las que interviene un equipo multidisciplinar. "Aunque parece que hay información sobre la violencia de género, incluso en gente que tiene cierta formación y conocimiento de los recursos existentes se aprecia que el componente emocional y afectivo bloquea que la familia saque a la luz el problema; la situación no se exterioriza hasta que ocurre algo grave", afirma la jefa de la sección de Clínica Forense. Algo en lo que coinciden el responsable de la sección de Patología Forense, José Luis Gómez, y la propia directora de esta sudirección territorial del Imelga en Vigo, Belén Pérez. "Un arañazo puede tener detrás todo un drama familiar escondido y encubierto", advierte Pérez, que indica que muchas veces estos casos son de muy difícil abordaje porque la víctima "lo oculta", "se cierra". "Cuando el caso llega al juzgado es porque la situación es insostenible; o porque no les queda más remedio debido a que hay un parte médico", coinciden estos expertos.

Letrados

Fundamental es también la labor de los abogados. En el turno específico de letrados de oficio del Colegio de Abogados de Vigo para asistir a víctimas de maltrato hay más de 200 juristas: en lo que va de año 498 mujeres demandaron justicia gratuita. Para Asunción Álvarez Lois, letrada e integrante de la junta de gobierno del colegio, la solución a la violencia machista pasa por "aumentar los medios" en atención a las perjudicadas, en apostar por la educación - "hay que concienciar en la igualdad, invertir en políticas de prevención", refiere- y en que la víctima denuncie. "Es el primer paso; y hay que transmitir la idea positiva de que se puede salir de esa situación", afirma.

En la educación también incide Iria Lado, inspectora del SAF de la Policía Nacional. Y en que el gran obstáculo con el que se topan en la labor policial es cuando la víctima "no quiere denunciar". "A pesar de que la Policía puede actuar de oficio si tiene constancia de un delito de violencia de género, la protección de la mujer si no existe voluntad de finalizar con esa situación es muy complicada", dice. Y advierte: "Y esos suelen ser casos de los más graves, porque la sumisión de la víctima es total".

Compartir el artículo

stats