Aunque los destrozos y la mala conservación del entorno de la calle Lepanto preocupa a vecinos, comerciantes y hosteleros, lo que denuncian con mayor fuerza es el trapicheo de drogas y las peleas que -aseguran- se producen a diario. Todos los consultados por este periódico coinciden, aunque prefieren mantenerse en el anonimato. "La vemos poco segura, aunque la policía está aquí casi a diario, pero porque hay que llamarla al haber conflictos todos los días. Y el trapicheo es constante", asegura un camarero.

En la misma dirección apunta una vecina recién llegada. "Hace dos meses que me instalé aquí y me ha llamado mucho la atención lo insegura que parece la calle pese a estar en pleno centro de Vigo. En el parque (de la estación, bajo la calle Urzáiz) son constantes las peleas y el consumo de droga", denuncia.