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La institución religiosa enseña sus cuentas

Luis Quinteiro: "La transparencia es esencial en la Iglesia para ser ejemplares y creíbles"

"Los laicos tienen la gran misión de dinamizar la Iglesia", asegura el Obispo de Tui-Vigo

El obispo de la diócesis de Tui-Vigo, Luis Quinteiro, en la sede del Obispado en Vigo. // Marta G. Brea

El día de la Iglesia es una jornada en la que la institución recuerda a los fieles su responsabilidad, económica también, como miembros de la comunidad. El obispo de la diócesis de Tui-Vigo quiere "sensibilizar" a los fieles de que "la Iglesia necesita su apoyo para poder llevar a cabo su misión". Para ellos aboga por la transparencia en el origen y destino de los ingresos de la Iglesia, unos datos que considera imprescindibles ya que otorgan "una visión amplia de cuál es la actividad" y de "todo lo que la diócesis está realizando tanto en el ámbito de trabajo catastral como de asistencia social".

-De las misiones de su diócesis, ¿cuál considera más importante?

-Considero que todas están profundamente interrelacionadas en el sentido de que la misión de la Iglesia es anunciar la fe. Pero la fe no es una cosa abstracta, comporta actividades de todo tipo: asistencia social, ayuda a familias necesitadas y a los enfermos.

- Acaban de publicar las cuentas del pasado ejercicio...

En este sentido nosotros quisiéramos ser absolutamente transparentes y en este día queremos acercar a nuestros fieles el balance de las actividades. Todo lo que nosotros administramos queremos que pueda conocerse cuál es su destino. Queremos y es nuestra obligación ser transparentes.

-¿Por qué a la Iglesia le incomoda hablar de dinero?

En la Iglesia y en todas partes el dinero es una dimensión necesaria y por tanto no hablar de esa cuestión me parece irreal. Otra cosa es que hay que hablar de dinero en cuanto a que es un medio para arreglar los problemas de la vida y por tanto en este aspecto entiendo que uno de los puntos fundamentales es la transparencia para también desde ahí ser creíbles. La iglesia tiene que ser ejemplar.

-Un párroco cobra 780 euros, ¿un obispo?

-Lo mismo.

-¿Le parece mucho o poco dinero?

-Es una cantidad de dinero normal para vivir. La vida de un sacerdote es una vida muy corta de presupuesto, austera.

-Como obispo, ¿qué le preocupa?

-A mí me motiva que la Iglesia llegue a las personas. La institución tiene que llegar a través no solamente de los sacerdotes, sino también a través de los propios fieles. Caminar juntos como dice el Papa y especialmente en estos momentos. No solamente que nuestros laicos sientan que su lugar en la Iglesia no lo pueda ocupar nada, sino que los laicos también tengan una gran misión de dinamización de la institución.

-¿A qué se refiere exactamente con dinamizar la Iglesia?

-Tiene que ser una institución viva y viva quiere decir que sea parte de nuestra experiencia cotidiana.

-¿Estaría entonces dispuesto a aceptar ciertas concesiones como la inclusión de los divorciados?

-Ha habido recientemente un sínodo en el que han hablado de esas cuestiones y la Iglesia irá viendo dentro de su propia doctrina, pero el Papa lo que nos pide es que estemos cerca de las personas.

-¿Y la falta de párrocos le preocupa? ¿Sigue teniendo sentido la exclusividad a Dios?

-Hay muchas maneras de entregarnos a Dios, hay gente que dedica su vida a Dios y se va a las misiones, eso sigue teniendo un gran sentido. El servicio a los hombres, especialmente a los más necesitados tiene hoy sentido y cada día tendrá más. Esa vocación será seguramente cada día más difícil pero tendrá todo el sentido del mundo.

-¿Cómo cala el mensaje reformista del Papa en Vigo?

-Evidentemente el Papa no puede estar presente en cada una de las diócesis, pero está a través de la comunidad eclesial. El Papa está siempre entre nosotros, en nuestras celebraciones y encuentros espiritualmente. Los últimos Papas también han desarrollado una actividad misionera impresionante. Y el Papa siente la presencia de esta diócesis a través de muchas comunicaciones. Cada cinco años el obispo tiene una visita donde puede contarle los problemas de su diócesis.

La credibilidad y la cercanía, principales tareas de la institución religiosa

  • El obispo Luis Quinteiro reconoce que a pesar de que "el tema económico preocupante en toda institución", su principal cuita "es hacer creíble el mensaje que transmite la Iglesia".El obispo apunta a la pérdida de posición de la Iglesia en la sociedad como un problema. Quinteiro recurre a las palabras del Papa Francisco para definir el trabajo que tiene por delante: "La Iglesia tiene que intentar acercarse a la vida de las personas desde su propia misión, es decir, transmitir la fe como un cauce de vida, como una experiencia que trasmite vida y cambia la vida".La disminución de vocaciones sacerdotales es otro de los grandes retos a los que se enfrenta. "Es una de las dimensiones más importantes de la Iglesia, sino hubiera personas que quisieran dedicar su vida a Dios algo muy serio estaría pasando, sería un problema", concede el obispo. Sin embargo, el prelado se muestra confiado ante el futuro de la estructura eclesiástica y muestra mayor inquietud ante la falta de nuevos practicantes que lleven a cabo la evangelización: "Lo principal es la vocació, sentir que la fe es parte esencial de nuestras vidas. Esta lleva el problema de cómo se lleva esta fe a la vida familiar, a la profesional y a la vida social. Necesitamos personas que vivan la fe intensamente, esa es la gran tarea".

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