La Xunta acaba de acreditar al grupo de investigación CIMA de la Escuela de Ingeniería Industrial como laboratorio oficial de vehículos históricos para poder determinar su autenticidad y catalogarlos, así como fijar los requisitos y exenciones técnicas a la hora de circular.
"Es un espaldarazo a nuestra actividad y un reconocimiento de la labor que desarrollamos desde 2006. La demanda es muy importante porque Galicia es una de las comunidades con más vehículos históricos y más clubes. Hay mucha afición", destaca el responsable del grupo, José Antonio Vilán.
Hasta ahora, el Gobierno gallego solo había concedido esta autorización, por dos años y prorrogable, a otro equipo de ingenieros de la Universidad de A Coruña. "La Xunta elige laboratorios de las áreas de Ingeniería Mecánica porque somos las que tenemos experiencia en este campo", añade.
El equipo vigués ya ha comenzado la puesta a punto de los servicios informáticos y de la infraestructura necesaria, así como la preparación del personal, y en un par de semanas calculan que estarán listos para empezar a ofrecer el servicio.
La declaración como vehículo histórico conlleva que las inspecciones técnicas (ITV) y su periodicidad se adaptan a las características del automóvil, que está exento de cumplir las directrices sobre emisión de humos o de ruido. "Y tampoco están obligados a llevar cinturón de seguridad si no lo tenían originalmente ni cumplir las normativas actuales de iluminación. Además los seguros son más baratos, del orden de la mitad", añade Vilán.
Para conseguir esta catalogación, los propietarios deben conseguir la ficha reducida, que incluye los datos principales, a través del fabricante, si todavía existe, o de un club de vehículos históricos. "Después vendrían al laboratorio para solicitar el informe de idoneidad, aunque lo normal es que nosotros nos desplacemos a la casa del cliente. Y, a continuación, tienen que pedir permisos al ayuntamiento y la Xunta y pasar la ITV", explica sobre el procedimiento.
Para poder ser considerados históricos, los automóviles deben tener una antigüedad mínima de 25 años desde su fabricación o desde la fecha de su primera matriculación y no haber sufrido ninguna modificación. La Xunta también puede otorgar esta consideración a vehículos más recientes pero que hayan tenido una importancia histórica "por haber transportado a alguien importante o sufrir un atentado, por ejemplo".
