Realistas, góticos, cadavéricos, florales, tribales, de old o new school...diferentes estilos de tatuajes pero una misma filosofía: reflejar en la piel un sentimiento, una pasión o una debilidad.

Un total de 23 tatuadores se reunieron en la Estación Marítima para decorar las extremidades de los vigueses con sus dibujos y formas preferidas. Cada uno de ellos es especialista en un estilo concreto por lo que resulta difícil no dar con uno que nos convenza.

Ya fueran rotativas o de bobinas, las máquinas de tatuar no dejaron de funcionar a lo largo de todo el día. Tras un viernes flojo, cientos de vigueses se animaron ayer a acudir a esta primera concentración de tatuadores en la ciudad olívica.

El perfil es bastante concreto: personas de mediana edad con más de un diseño tintado en su cuerpo. Los profesionales destacan la mayor presencia de mujeres que de hombres. Íñigo Chuvesa, colaborador del tatuador Maury Shinnok, afirma que la tendencia a estos dibujos en la piel bajó drásticamente en Vigo, por lo que confía que esta convención anime a más de uno a realizarse algún tatuaje. "Todo lo que hemos traído aquí es de buena calidad, somos profesionales, no amantes de los tattoos. Creo que esta reunión puede ser el comienzo del boom de los grabados en Vigo, ¿no?", opina Chuvesa.

Al igual que existe un perfil personal bastante concreto, también lo hay de zonas del cuerpo predilectas. Rubén Bonome, también tatuador, reconoce que cualquier sitio es válido para realizarse un dibujo, sin embargo, "las extremidades son sin duda las preferidas. Últimamente se lleva mucho en los dedos y parte inferior del brazo, y otra moda es en el escote, suele gustar bastante. Donde muy pocas veces se los hacen es en cuello y cara, son las zonas más limpias del cuerpo", comenta.

La viguesa Ángela Pérez es una apasionada de los tatuajes. Entre espalda, brazos y piernas, se pueden contar hasta siete grabados diferentes. Deseaba añadir uno más a su colección así que aprovechó esta convención para ponerse manos a la obra. "Me voy hacer una calavera con unos cascos y dos rosas, simboliza mi amor por la música, que siempre será eterno" , explica.

La mayoría de las personas acuden con una idea fija que reflejan algo importante para ellos. David Honrubia, su tatuador, necesitó cinco horas para terminarlo. "Es duro y cansado, pero siempre merece la pena", añade el profesional.

Además de tatuajes, los piercing también fueron protagonistas en esta convención. Las preferencias en este sentido van al contrario que con los dibujos, ya que la cara es el sitio elegido por la gran mayoría para realizarse uno, sin olvidarse del tradicional pero siempre concurrente piercing del ombligo. "La nariz y el labio son las preferencias, aunque ahora ya cualquier parte de la cara ya es válida", explica uno de los profesionales.