La "parálisis" en la ampliación del puente de Rande supera ya los ocho meses. La gran obra para instalar los dos tableros -uno por cada lado- que permitirán habilitar sendos viales de cinco metros de ancho sigue estancada, en un impasse absoluto que contrasta con el buen ritmo de los trabajos para mejorar la circunvalación de Santiago. Desde que el 27 de febrero se colocó la primera piedra de la ampliación, la UTE -formada por Puentes y Dragados- no ha avanzado en el viaducto. Sus trabajos en la estructura han sido mínimos, sin progresos visibles. Apenas labores para comprobar el estado de los tirantes, catas en tierra y la instalación de dos plataformas protectoras y pequeñas estructuras metálicas. Entretanto, Audasa ha expirado ya un tercio del plazo comprometido para finalizar la obra.

La UTE esgrime que hay una labor "no visible" que sí avanza. Sin aportar más detalles, asegura que se están realizando diseños y testeos de "prototipos". "Hay un trabajo de laboratorio en ejecución y pruebas", insiste un portavoz de la alianza de empresas, quien asegura que parte de esa labor se está realizando en Madrid. No concreta, sin embargo, cuándo se empezará a trabajar en el tablero.

La falta de progresos en el viaducto llevó al Ministerio de Fomento a abrir una investigación a Audasa a mediados de septiembre. La propia Ana Pastor se reunió con responsables de Itínere -compañía propietaria de la concesionaria- y Audasa para advertirles de que no toleraría la paralización de las obras en Rande. El ministerio envió incluso a una delegación de técnicos para examinar, in situ, el estado de las labores en el puente.

La UTE formada por Puentes y Dragados ganó el concurso convocado por Audasa el año pasado con una oferta de 130 millones de euros. El plazo de ejecución que planteó era de 23 meses, siete menos del que fijaba el concurso y el más corto de entre todas las ofertas que se presentaron. A la convocatoria concurrieron las principales constructoras del país.

Las obras arrancaron el 27 de febrero, con la colocación de la primera piedra en la estación de peaje de Moaña. Hace unos meses, sin embargo, Audasa y la UTE intentaron dar un "giro de 180 grados" al proyecto original. Alegando que durante el examen de los tirantes se detectaron complicaciones, las empresas plantearon un cambio radical del proyecto que simplificaba la obra y aprovechaba al máximo la estructura ya existente. Su pretensión chocó con Fomento y la Abogacía del Estado, que en un informe concluyó que lo que proponían las firmas alteraba de forma "sustancial" el contrato original.

Ritmo bien distinto registran los trabajos contratados por Audasa a las empresas Puentes y Francisco Gómez y Cía S.L. para ampliar la capacidad de la circunvalación de Santiago por 64,7 millones. Allí los avances son ya visibles. En Vigo los únicos progresos se registran en los carriles de acceso en Chapela.