Como solista invitada por la Real Filharmonía de Galicia, esta pianista rusa interpretará esta noche en Vigo (20.30 horas) la obra con la que asombró al jurado del Concurso Géza Anda de Zúrich, en 2012: el "Concierto para piano y orquesta nº 21", de Mozart. Lo hará bajo la batuta del director alemán Clemens Schuldt, que completará el programa con la "Sinfonietta", del ruso Sergei Prokofiev. La cita está inscrita en la temporada de la Sociedad Filarmónica de Vigo y del abono de clásica de Afundación.
-¿Cómo describiría la pieza que esta noche tocará en Vigo?
-Como todas las piezas de Mozart, este concierto es el mundo entero, la vida. Está lleno de alegría, amor a la vida... Sin embargo, como siempre pasa con Mozart, las palabras son insuficientes para describir su música. Mejor escucharla.
-¿Esta pieza tiene un significado especial para usted?
-La toqué en la semifinal de el Concurso Géza Anda de Zúrich [ganó el primer premio en 2012] y fue uno de mis más grandes momentos de inspiración. Pero, de nuevo, cada obra maestra tiene su significado especial.
-Es la primera vez que toca con la Real Filharmonía. ¿Qué espera de la experiencia?
-Tengo muchas ganas de este encuentro. Sí he trabajado antes con el director, Clemens Schuldt, así que, seguro que será una realmente buena colaboración.
¿Cómo se introdujo en el mundo de la música?
-Por mis padres, que aunque no eran músicos profesionales, me empujaron a ello.
-¿De qué está más orgullosa en su carrera?
-Bueno, si tengo que hablar de carrera -odio esa palabra-, sería la posibilidad de tocar en los mejores escenarios con maravillosas orquestas y geniales directores. Es un honor para mí trabajar con Agencia Camera.
-¿Qué es lo que espera alcanzar como música?
-Siempre busco la verdad en la música. No mi verdad, esa no interesa, sino la del compositor. Trato de sentir el mundo que rodea a cada pieza. No describirla, sino vivirla.
-Dicen que su vasto repertorio destaca por su juventud [32 años]. ¿Cómo lo adquirió?
-[Se ríe] No soy tan joven y mi repertorio no es tan grande, desafortunadamente. Me gustaría que lo fuera más.
-Esta temporada recala en varias ocasiones en España. ¿Qué opina de la situación de la música clásica aquí?
-Es difícil responder porque no vivo aquí. Cuando vengo a interpretar, veo preciosos teatros, genial organización, asombroso público. Pero es solo desde mi punto de vista, de mi persona, y no estoy envuelta en el proceso real. Creo que la situación actual es más o menos difícil en cualquier parte. Así que estoy contenta por cada concierto que doy y trato de entregarme completamente.
