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FARO entrevista a la coordinadora de la Rede de Mulleres Veciñais contra os Malos Tratos

Rosa Fontaíña: "Es vergonzoso que se lamenten los asesinatos y no haya recursos para pararlos"

"Que se sienten con los que trabajamos con las mujeres para saber qué cambiar"

Rosa Fontaíña. // José Lores

La Rede de Mulleres Veciñais contra os Malos Tratos alerta desde hace tiempo de que los casos de violencia machista se están agravando, pero coincide con la jueza de Violencia en que, últimamente, los "gravísimos" son más numerosos. A su puerta llaman al día "tres o cuatro mujeres nuevas", a las que pueden asistir durante años. Advierten que están trabajando "muy en precario".

-¿La asociación percibe también el agravamiento de los casos de violencia machista?

-Sí. Los percibimos desde hace un tiempo y así lo dijimos muchas veces. Algunos, hace unos años. Había casos gravísimos, a los que el juzgado no les daba el trato adecuado, pero no eran tantos como ahora. Estamos de acuerdo con la jueza en que, últimamente, son muy graves. Tenemos dos o tres mujeres que están convencidas de que las van a asesinar. Puede influir un poco que vean que asesinaron en la zona. Produce mucha impotencia la angustia de estas mujeres, que te dicen que incluso temen por la vida del niño. No solo pasa en el área judicial de Vigo, sino también en Redondela, Tui u O Porriño, de donde también nos llegan mujeres.

-¿A qué puede deberse este empeoramiento de la situación?

-No tenemos un estudio en profundidad para poder hacer una valoración, pero creo que las mujeres tienen más fuerza, por los años de trabajo a nivel psicológico, y se enfrentan más. Las peleas más gordas son por los hijos. Es un tema que está muy abandonado. Todos los días vemos sentencias que le dan derechos al padre y son las madres las que tienen que luchar por su bienestar, en vez de tomar medidas quienes tienen que hacerlo. Intentamos hacerles entender que un padre no es alguien que cría a los niños en un ambiente de terror continuo, que interiorizan. Luego, otro problema es que los hijos ejercen esa violencia que han vivido contra la persona que tienen más cerca y que, precisamente, los está protegiendo, su madre.

-¿Cuáles son las medidas que exigen de forma urgente?

-Más protección a las mujeres, que no haya tanto problema para dar una orden de alejamiento, aunque ahora sí se dan bastantes. No tener tanto en cuenta que "el pobre hombre" puede andar por donde le dé la gana, porque la falta de libertad la provocaron ellos. Además, las órdenes de alejamiento son también una manera de poder ayudar a las mujeres, porque con ella tienen unos derechos que el resto no. Que se miren los antecedentes de estos hombres. Tenemos uno que va por el tercer maltrato con denuncia. Fallan muchas cosas, hay que cambiar el sistema, la forma de trabajar. No se están haciendo las modificaciones necesarios desde las administraciones competentes, la central y autonómica. Que se sienten con nosotros, con los que estamos trabajando con las mujeres y nos pregunten qué se necesita.

-En los casos de las mujeres que cuenta que tienen miedo a ser víctimas de asesinato, ¿qué protección reciben del sistema?

-Hay unas órdenes de alejamiento, que se pueden respetar o no, y un policía custodio. Tenemos policías que merecen una medalla, que hacen más de lo que les corresponde.

-¿Son suficientes agentes para cubrir la problemática?

-Nosotros pensamos que la gente que se implica siempre está saturada. Hay una plantilla pequeña de agentes dedicados plenamente a la violencia de género, sin otro cometido, que son del cuerpo nacional de Policía. Antes había más. Es importante que estén dedicados exclusivamente a esta labor para hacerlo en buenas condiciones. Igual que los juzgados, que tienen que tener plantilla suficiente y formada. Estamos pendientes de la oficina de atención a la víctima en el juzgado; queremos que nos reciba el juez decano. Además, tenemos quejas en cuanto a los abogados de los turnos de oficio, que deberían tener una formación en violencia de género amplia para, por ejemplo, pedir siempre medidas provisionales en los juicios rápidos. No estamos hablando de un terreno o una casa; son vidas. Deben ser muy competentes y tener cuenta delante de quién están.

-¿Cómo están de recursos en la asociación?

-En este momento, muy mal. Siempre trabajamos en precario, pero ahora mucho en cuanto a recursos económicos y personal. Necesitamos más para seguir trabajando. Tenemos personal del plan de empleo, pero terminó en septiembre y estamos sin él. Tener esta puerta abierta supone un gasto que no somos capaces de afrontar. Espero que el Concello, que siempre ha colaborado y no ha recortado en ayudas, tenga en cuenta que estamos en una situación muy mala. De otras instituciones fueron penosos los recortes. Es vergonzoso que se esté lamentando las mujeres asesinadas por un lado y por otro que no haya recursos.

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