Vigueses afectados por el Dieselgate, propietarios o usuarios de coches con el motor trucado fabricados por Volkswagen, preparan una demanda contra este grupo automovilístico por publicidad engañosa y fraude. La trampa descubierta por la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos se apoya en un software que permite ocultar un nivel de emisiones muy superior al legal y que fue instalado en vehículos comprados entre 2009 y septiembre de 2015. Esta agrupación de vigueses perjudicados por el mayor escándalo automovilístico de la historia ya ha presentado reclamaciones individuales en la sede española de la compañía alemana como paso previo a la presentación de la vía judicial ante la creencia de que rechazarán sus pretensiones. Estas van desde la indemnización económica a la sustitución de su vehículo por uno nuevo.
El bufete vigués Mardoc representa a los propietarios de vehículos trucados dispuestos a llevar a Volkswagen a los tribunales. "Tenemos muchos clientes preocupados por las respuestas recibidas de la compañía y a estos se sumarán más, y no cabe duda de que cuantos más sean mayor será la fuerza en la reclamación y más satisfactoria será la resolución del problema en nuestra ciudad", explica Antonio Martiño, abogado del citado bufete.
En España, según la información transmitida por el Grupo Volkswagen a los ministerios de Industria y de Medio Ambiente, han sido identificados 683.626 vehículos equipados con motores diésel del tipo EA 189 EU 5 (1.6 TDI de potencias entre 75 a 105 cv.; y 2.0 TDI de 84 cv. a 180 cv.). De estos, 257.479 corresponden a la marca Volkswagen y a los modelos Golf, Polo, Touran, Passat, Passat CC, Scirocco, Tiguan, Jetta, Multivan, Sharan, Amarok y Beetle; 221.783 a Seat (los Alhambra, Exeo, Ibiza, León, Toledo, Altea y Altea XL); 147.095 a Audi (A1, A3, A4, A5, A6, Q3, Q5 y TT); 37.082 a Skoda (Fabia, Octavia, Superb, Rapid, Rapid Spaceback, Yeti, Scout y Roomster); y 20.187 a Volkswagen Vehículos Comerciales.
Desde el pasado 3 de octubre, estas marcas han habilitado en sus respectivas webs un número de teléfono gratuito donde los clientes pueden consultar si su vehículo tiene el motor trampeado. El grupo de vigueses que impulsa la demanda contra el grupo automovilístico alemán ya realizó esa llamada pero todos obtuvieron la misma respuesta. "Te confirman que en efecto tu vehículo está trucado pero que no podrán informar de nada más hasta enero", asegura Martiño.
Primer paso
Esta confirmación telefónica no basta para que prospere una iniciativa judicial como la planificada por los vigueses. De ahí que como primer paso hayan remitido formalmente las respectivas reclamaciones ante la sede española de la compañía automovilística, sita en Barcelona. Con este escrito encabezado con el nombre del titular del vehículo, así como el modelo y número de bastidor piden que la compañía justifique que está trucado y que aclaren qué pretende hacer para solucionar el problema.
De las respuestas que ofrezca la compañía a estas reclamaciones individuales dependerá que este grupo de vigueses acuda o no a la vía judicial. "Porque cada caso puede contemplar posibilidades diferentes, por ejemplo, si el vehículo en cuestión continúa en garantía. Así que cuando tengamos todas las respuestas decidiremos si presentamos la demanda colectiva contra Volkswagen o nos sumamos a la querella presentada en la Audiencia Nacional", avanza el abogado de Mardoc.
En el caso de la demanda ésta podría basarse en muchos conceptos legales, desde la publicidad engañosa hasta el fraude. "Si acceden a indemnizar o entregar un vehículo nuevo ya no será necesario presentarla pero dudamos que hagan esto", razona Martiño. El planteamiento que maneja a día hoy el grupo automovilístico pasa por reparar o corregir el trucaje en todos los coches, pero también esto despierta dudas entre los clientes vigueses. Como si perderá o no potencia el vehículo, consumirá más o menos combustible, si el rendimiento del motor será el adecuado o si será igualmente fiable.
